RTVE.- En la red podemos encontrar mensajes del tipo: «¿Quieres saber con quién habla tu pareja?» o «¿Cómo espiar a tu novia?». Son titulares de algunos artículos o vídeos que promueven el espionaje a la pareja a través de las redes sociales o de aplicaciones conocidas e instaladas en nuestro móvil, que, usadas de manera incorrecta, facilitarían ejercer ese control con el que se puede incurrir en un delito.
Por ejemplo, una nueva funcionalidad de WhatsApp, que se prevé que entre en funcionamiento en breve, permitirá instalar la aplicación en cualquier teléfono, y esto abre una brecha de seguridad y privacidad que podría agravar los casos en que una persona sufra maltrato.
«Están fomentando el discurso y la normalización de este tipo de actitudes, incluso los influencers están normalizando este tipo de conductas.», detalla Selva Orejón, perito judicial que investiga y gestiona las crisis de reputación e identidad digital.
Cada vez se necesitan menos conocimientos técnicos para hacer un mal uso de estas herramientas. Según las expertas consultadas por RTVE, estas aplicaciones no son nuevas, de hecho, ya están incorporadas en nuestros teléfonos inteligentes desde hace mucho tiempo. Lo que alertan es de que no es necesario ser un profesional para usarlas. «Quizás ahora no necesitas tantos conocimientos técnicos como para tenerlo a tu alcance», explica Orejón.
Al mismo tiempo, recuerdan que ejercer ese control es un delito. Laura -nombre ficticio-, tiene 25 años y sufrió ese tipo de invasión de su privacidad en una relación anterior. Fue ella quien le permitió mirar su móvil al que entonces era su pareja en una relación estable, todo pensando que lo tranquilizaría, pero sufrió el efecto contrario.
«Cada vez me sentía más controlada, dudando de con quién podía hablar, o sobre qué podía hablar… Acabas sufriendo cada palabra que escribes, cada palabra que envías…», confiesa Laura a RTVE. Recuerda que una vez, incluso, conoció a un chico y guardó su contacto en el teléfono con su nombre seguido de «tranquilo, tiene novia», para que lo viera su pareja.
Sentirse vigilada: una modalidad de maltrato
Laura admite que con ciertas personas ya no tenía conversaciones por móvil, e incluso creó una cuenta de Instagram diferente «para poder hablar sin estar tan presionada». «Sentirse vigiladas constantemente, aunque la persona no esté físicamente a tu lado, produce ansiedad, angustia…», detalla Francisca Verdejo, magistrada del Juzgado Número 2 de Violencia sobre la Mujer.
«La idea es que se sepa, desde el primer momento, tanto la chica de 18 años como la mujer mayor, que esto es una modalidad de maltrato y este es el inicio de un delito de acoso«, detalla Verdejo.
Protegerse en el mundo digital
Un delito, el de acoso, que puede conllevar dos años de prisión. Las expertas recomiendan autoprotegerse, por ejemplo, cambiando frecuentemente las contraseñas o eliminando las conexiones con otros dispositivos, y realizar verificaciones dobles para impedir el espionaje u otras prácticas similares. Todo esto para proporcionar más seguridad y poder detectarlo.
El 017, un teléfono gratuito y confidencial, atendió el año pasado en España 67.000 consultas de usuarios preocupados por su ciberseguridad, según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
«Yo aconsejo que nunca se deben borrar las evidencias de que alguien ha accedido a tus comunicaciones y se deben denunciar«, recomienda la experta en peritaje judicial.