EFE.- El incendio que desde esta madrugada afecta al noroeste de la isla española de La Palma avanza sin control tras afectar a 4.500 hectáreas, con un mínimo de trece casas quemadas y 2.021 personas que integran el censo de las zonas afectadas llamadas a ser evacuadas.
«Hay resistencia a abandonar las casas», admitió el presidente regional de las Islas Canarias, Fernando Clavijo, quien llamó a la responsabilidad de todos, porque «primero son las personas, luego las casas y luego la extinción».
El incendio se originó hacia la 01.00 hora española (GMT+2) en la zona de El Pinar, en el municipio de Puntagorda, y pocas horas después aumentó su nivel de peligrosidad y ahora afecta también al municipio de Tijarafe, cuyo núcleo poblacional ha sido evacuado.
El viento ha extendido las llamas hacia la cumbre, donde medios aéreos tratan de refrescar la zona en la Crestería para evitar el avance hacia la Caldera de Taburiente.
Por la noche se espera un cambio de viento puede hacer bajar el fuego por la ladera y se establecerá un frente en la carretera LP-1 para que evitar su avance hacia zonas habitadas.
Hay actuando por turnos diez medios aéreos y 300 efectivos en tierra y en breve se incorporarán los primeros 56 miembros de la Unidad Militar de Emergencias.
Para los evacuados se han dispuesto los pabellones deportivos de Los Llanos de Artidane y de Tazacorte, el Ministerio de Defensa ha empezado a habilitar el Fuerte y Cruz Roja dispone de 400 camas.