EFE.- Más de 90 personas han muerto en Bangladesh en lo que va de año víctimas de dengue, mientras las autoridades piden cooperación ciudadana para controlar el nuevo brote de la enfermedad que ya supera los mil casos diarios.
La Dirección General de Servicios de Salud reportó cinco muertes por dengue en su último informe, lo que elevó a 93 el número de muertos por la enfermedad viral en 2023, una cifra que supera ampliamente los 16 fallecimientos que se registraban en esta época en el año pasado, marcada por el comienzo del monzón.
Las autoridades sanitarias reportaron 1.239 nuevas hospitalizaciones en su último balance, con lo que la cifra de hospitalizados por la enfermedad asciende a 17.382 en todo el país.
«Estamos presenciando una epidemia, y esto es solo a mediados de julio. La condición es realmente terrible en lo que respecta al dengue», dijo a EFE el entomólogo y expresidente de la Sociedad Zoológica de Bangladesh, Manjur Ahmed Chowdhury.
Además, los expertos estiman que el número de casos real es mucho mayor, ya que muchas personas todavía están fuera de la red de vigilancia del Gobierno.
«Solo obtenemos datos sobre casos hospitalizados de 53 hospitales. Cientos de hospitales no dan una cifra, y muchas personas también reciben tratamiento en el hogar. El número real de casos es 20 veces mayor que la cifra oficial», dijo Chowdhury.
El año pasado fue el peor en términos de muertes en el país por dengue, cuando se registraron 281 fallecimientos por esta enfermedad.
El dengue es una infección viral potencialmente mortal transmitida por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes, y sus síntomas incluyen dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, y erupciones en el cuerpo.
Los casos de dengue en Bangladesh generalmente comienzan a aumentar en julio y bajan en octubre, aunque los expertos advierten cada vez más de que factores como el cambio climático, la urbanización no planificada o la mala gestión del suministro de agua aumentarán la incidencia de la enfermedad en el futuro.
Mientras, el Departamento de Salud instó a una mayor participación de la comunidad para controlar la situación donde los hospitales se encuentran saturados y hay largas colas frente a los laboratorios clínicos para detectar la enfermedad.
«Tenemos preparación, aspectos técnicos, guías clínicas, capacitación, preparación hospitalaria, todo. Pero necesitamos el compromiso de la comunidad. La conciencia pública ha contribuido de manera importante a destruir el criadero del mosquito Aedes», afirmó a EFE el director general adicional del departamento, Ahmeul Kabir.
Los casos son especialmente altos en los campamentos de refugiados rohinyás en el sureste de Bangladesh, según informaron las autoridades, a pesar de que se han distribuido mosquiteras entre sus habitantes y se ha tratado de controlar la reproducción de los mosquitos.
No obstante, al menos cuatro rohinyás han muerto y otros 1.968 han resultado afectados por la enfermedad en lo que va de año, informó el coordinador de salud de la Oficina del Comisionado de Ayuda y Repatriación de Refugiados en Bangladesh, Sarwar Jahan.
