INFOBAE.- Se registra un ascenso en España de las temperaturas respecto al sábado, pero sin llegar a los niveles de la última ola de calor, acompañado de cielos poco nubosos y despejados, un tiempo estable y seco en la mayor parte del país y muy característico de la época del verano.
Así se indica en las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) respecto a una jornada calurosa en la mayor parte del territorio, como corresponde a esta época del año, ha explicado el portavoz de la agencia, Rubén del Campo. Tan sólo el paso de un frente atlántico que podría rozar el tercio norte de la península dejará más nubes en Galicia y comunidades cantábricas, con algunas precipitaciones débiles en estas zonas.
En el este de la península, y más bien en la tarde, será probable la formación de tormentas secas, que dejarán un poco de lluvia, pero las rachas de viento asociadas a ellas pueden ser “muy intensas”.
En relación a la temperatura, al estar en plena canícula, marcada entre el 15 de julio y el 15 de agosto y en el que se alcanzan los valores más altos del año, los días más cálidos estadísticamente en promedio de todo el año serán del 28 al 31 de julio, según el portavoz de la Aemet.
El domingo, las temperaturas tanto diurnas como nocturnas experimentarán un ascenso generalizado respecto al día anterior, ascenso que será más notable en el nordeste peninsular y en Baleares. La jornada será más cálida de lo normal, con valores superiores al promedio normal en unos cinco o diez grados en Navarra, La Rioja, buena parte de Aragón, interior de la Comunidad Valenciana y puntos de Andalucía y Mallorca.
Varias personas se refrescan mientras en Madrid.
En las comunidades cantábricas se producirá un ambiente más suave, con temperaturas máximas en torno a los 23-28 grados en ciudades como Bilbao, Santander u Oviedo. En la meseta Norte, las temperaturas rondarán los 33 grados a primera hora de la tarde, en Valladolid o Salamanca, mientras en el valle de Ebro el calor será más intenso, donde se alcanzarán valores entre 37-39 grados en Logroño o Zaragoza.
En la costa mediterránea rondarán los 30-32 grados en Barcelona, Valencia o Castellón, con sensación de bochorno y hasta los 34 grados en Palma de Mallorca o Almería. En el valle del Guadalquivir, Andalucía oriental y sur de Castilla-La Mancha se registrará el ambiente más caluroso del país a primera hora de la tarde, con temperaturas entre 39 y 41 grados en Sevilla, Córdoba, Granada y Ciudad Real. Pero en la zona centro también habrá calor, con 36 grados en Madrid y hasta 38 en Toledo. En Canarias, por su parte, habrá ambiente suave, con 25 grados en Las Palmas y unos 28 en Santa Cruz de Tenerife.
Las temperaturas más frescas se registrarán a primeras horas de la mañana, según Del Campo, quien ha señalado que los colegios electorales podrán abrir el domingo con unos registros de 12-16 grados en las comunidades cantábricas y meseta norte y unos 18-22 grados en el resto del interior peninsular. A orillas del Mediterráneo, no obstante, se superarán los 25 grados desde primeras horas.
Los episodios de calor extremo que, de forma simultánea, se están produciendo en numerosos puntos del hemisferio norte, están relacionados con una circulación de la corriente en chorro “muy ondulada”, ha explicado a EFE Samuel Biener, climatólogo de Meteored.
Las corrientes en chorro son corrientes de aire que circulan por encima de la Tierra y suelen referirse a la corriente del frente polar o a la corriente en chorro subtropical, y que configuran los patrones meteorológicos en todo el mundo, es decir, dirigen el tiempo en superficie. Lo que sucede a día de hoy es que, como consecuencia del aumento de las temperaturas en el mundo debido al calentamiento global, se producen ascensos “muy marcados, importantes y persistentes” de aire extremadamente cálido de latitudes muy bajas del planeta, hacia latitudes muy altas, ha matizado el experto.
Si se ondula mucho, como en los últimos días, se generan crestas de aire muy cálido. Existe además el extremo contrario: si en una zona asciende el aire cálido en la otra, por compensación energética, desciende el aire más frío, y es en esas zonas afectadas por una situación contraria, donde las temperaturas son más frescas y hay más episodios de inestabilidad.
