INFOBAE.- Una nueva ola de incendios se extendía este martes por todo el Mediterráneo en medio de temperaturas extremas, causando devastación y obligando a evacuar a miles de personas en Italia, Grecia y Argelia.
En Sicilia, la mayor y más poblada isla del Mediterráneo, la ciudad de Palermo resultaba este martes especialmente afectada: en la capital siciliana las llamas llegaron a amenazar el aeropuerto. También ardían los alrededores de las ciudades de Catania, Messina y Trapani.
En las colinas alrededor de Palermo los bomberos ha trabajado durante toda la madrugada para intentar extinguir los incendios que han afectado a las localidades de Alimenusa, Gangi, Blufi, Misilmeri, Cefalù Bolognetta, Santa Flavia, Villabate, Partinico, San Cipirrello y Corleone, donde en algunos casos, fue necesario desalojar algunas viviendas afectadas por las llamas mientras que otras quedaron completamente destruidas.
Este martes también se registró la primera víctima: un anciana de 88 años que murió en su domicilio en San Martino delle Scale, en la provincia de Palermo, a donde la ambulancia no pudo llegar a tiempo debido a los incendios.
Los incendios también están afectando la autopista Palermo-Mazara Del Vallo y algunas salidas han sido cerradas y las llamas también amenazan el hospital Cervelló de Palermo, que por el momento no ha tenido que ser evacuado.
Mientras que otro incendio amenaza el aeropuerto Falcone y Borsellino de Palermo, que esta mañana fue cerrado durante unas horas mientras se intentaba domar las llamas.
En las últimas 24 horas, 1.500 personas han sido evacuadas de la zona y 20 casas han resultado dañadas por el fuego. El humo está haciendo irrespirable el aire: en las últimas 24 horas se registraron unas 700 intervenciones de los servicios de emergencia, con múltiples casos de intoxicación por humo.
También hay incendios en la localidad de Bellolampo, donde se encuentra el vertedero de Palermo y donde arde uno de los depósitos. Protección Civil instó a la población a no salir de sus casas por el riesgo de que se desprendan humos venenosos.