Nueva York – Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que han dado a conocer estas cifras, aún no han calculado la tasa de suicidios de este año. Sin embargo, los datos disponibles muestran que el suicidio en EE.UU. es más frecuente que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial.
Algo va mal Christina Wilber, residente en Florida de 45 años, cuyo hijo se suicidó el año pasado.
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Mi hijo no debería haber muerto. Sé que es complicado. Pero tenemos que hacer algo. Algo que no estamos haciendo. Porque lo que estamos haciendo ahora no ayuda’.
Los expertos advierten que el suicidio es complejo y que el reciente aumento podría deberse a varios factores, entre ellos el incremento de las tasas de depresión y el acceso limitado a los servicios de salud mental. Sin embargo, un factor importante es la creciente disponibilidad de armas de fuego, afirma Jill Harkavy-Friedman, vicepresidenta senior de investigación de la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio.
Los intentos de suicidio con armas de fuego acaban en muerte con mucha más frecuencia que los intentos de suicidio por otros medios.
Los adolescentes estadounidenses se enfrentan a problemas de salud mental sin precedentes.
Un reciente análisis de la Universidad Johns Hopkins, basado en datos preliminares de 2022, calcula que la tasa global de suicidios con armas de fuego en Estados Unidos aumentó el año pasado hasta alcanzar un máximo histórico. Los investigadores descubrieron que, por primera vez, la tasa de suicidios con armas de fuego entre los adolescentes negros superaba a la de los blancos.
No se puede hablar de suicidio sin hablar de armas», afirma Harkavy Friedman.
El número de suicidios en Estados Unidos aumentó de forma constante desde principios de la década de 2000 hasta 2018, alcanzando su nivel más alto desde 1941. Ese año se registraron unos 48. 300 muertes por suicidio, o 14,2 por cada 100 000 estadounidenses.
Descendió ligeramente en 2019; volvió a descender en 2020, el primer año de la pandemia COVID-19. Algunos expertos asociaron el fenómeno a la unión de las personas para apoyarse mutuamente, que se observa en las primeras fases de las guerras y las catástrofes naturales.
Sin embargo, en 2021, los suicidios aumentaron un 4%. Según nuevos datos, el número aumentó en más de 1.000 personas el año pasado, hasta 49.449, lo que supone un incremento del 3% respecto al año anterior. Estos datos provisionales se basan en los registros de defunciones de EE.UU. y se consideran en gran medida completos, pero pueden cambiar ligeramente a medida que se revise la información sobre fallecimientos en los próximos meses.
Los mayores aumentos se produjeron entre las personas de más edad: entre los 45 y los 64 años, el incremento fue de casi el 7%, y entre los mayores de 65 años, de más del 8%. Los CDC declararon que las tasas de mortalidad eran especialmente elevadas entre los hombres blancos. Muchos adultos de mediana y avanzada edad se enfrentan a problemas como la pérdida del trabajo o del cónyuge, y es importante reducir el estigma y otras barreras que les impiden obtener ayuda, afirmó la Dra. Debra Hawley, Directora Médica de los CDC.
Los suicidios entre adultos de 25 a 44 años aumentaron aproximadamente un 1%. Según los nuevos datos, pasó de ser la cuarta causa de muerte en 2021 a la segunda en ese grupo de edad en 2022.
A pesar de las sombrías estadísticas, hay optimismo: hace un año se abrió una Línea de Crisis a nivel nacional, que permite a cualquier persona del país marcar el 988 y ponerse en contacto con un profesional de la salud mental.
En 2022, los suicidios entre jóvenes de 10 a 24 años habían descendido más de un 8%. Funcionarios de los CDC dijeron que esto puede deberse a un mayor interés en los problemas de salud mental de los jóvenes y a una campaña de las escuelas y otros para centrar la atención en este tema.
Los CDC han ampliado su programa de suicidios y financiado actividades de prevención en distintas comunidades. Y cada vez hay más conciencia del problema y ayuda disponible, dicen los funcionarios de salud pública.
Mike Stobbe, Associated Press.
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