– Madrid 17 (EUROPA PRESS)
El dolor crónico suele ir acompañado de depresión y ansiedad, según un artículo publicado en la revista científica JAMA Network Open por el doctor Kurt Kroenke, del Instituto Regenstrief y la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (EE UU).
En su comentario, el experto analiza la relación entre el dolor, el síntoma más frecuente por el que la gente acude al médico, y la depresión y la ansiedad, los dos trastornos mentales más prevalentes en todo el mundo. Subraya la importancia de no subestimar los síntomas psicológicos de los pacientes con dolor.
Una de las razones de la relación bidireccional entre dolor, depresión y ansiedad es la existencia de un bucle de retroalimentación. Las personas con dolor no duermen bien y el cansancio resultante afecta a su estado de ánimo, haciéndolas más susceptibles a la depresión y la ansiedad. Tener problemas de depresión y ansiedad aumenta la sensibilidad al dolor. Además, las áreas del cerebro que influyen en el dolor que experimenta una persona están conectadas con áreas que regulan el estado de ánimo, y los síntomas físicos y mentales están estrechamente relacionados», afirma Krohnke.
Tras señalar que el tratamiento eficaz de la depresión y la ansiedad puede mejorar el dolor, indica que aunque tratar el dolor puede no mejorar la depresión y la ansiedad en el mismo grado, esto no niega los beneficios de identificar y tratar los síntomas físicos y mentales.
Los síntomas físicos y mentales suelen acompañarse mutuamente. Sin embargo, los pacientes que acuden a su médico de atención primaria por dolores de cabeza, espalda, músculos, piernas o estómago no suelen mencionar síntomas asociados a la depresión y la ansiedad, como fatiga, falta de motivación, nerviosismo o mal humor. Además, los médicos no siempre preguntan por otros síntomas aparte de los que desencadenaron que el paciente acudiera a verles», señala Cronk.
Si estos síntomas emocionales no se tratan o se tratan de forma inadecuada, «pueden causar angustia a largo plazo y mermar la calidad de vida». Si los médicos pudieran medir y controlar tanto los síntomas físicos como los psicológicos, estarían en mejores condiciones y tendrían más probabilidades de tratar al paciente. Sin embargo, no existen tensiómetros, pruebas de laboratorio ni radiografías para tratar los síntomas. Pero la detección y el diagnóstico son cruciales para mejorar el pronóstico de los pacientes».
El Dr. Kroenke es uno de los fundadores y líderes del creciente campo de la sintomatología. También es el creador de varias escalas validadas y ampliamente utilizadas que permiten a los clínicos utilizar los comentarios de los pacientes para medir el tipo y la gravedad de síntomas como el dolor (PEG), la depresión (PHQ-9), la ansiedad (GAD-7), la fatiga por cáncer (FSI-3) y el riesgo de suicidio (P-4). Estas breves herramientas de medición se han traducido a más de 100 idiomas.