Madrid, 16 Ago (Chance) – Daniel Sancho sabe que se enfrenta a la pena de muerte. Ya sabe que la policía tailandesa solicita la pena de muerte por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta.
Daniel Sancho, hijo de Rodolfo Sancho, pasó más de dos horas declarando en presencia de su abogado en la prisión de Koh Samui, donde participó en un “programa de verano”.
Daniel recibió la noticia a primera hora de la mañana, pero, como dice el director de la prisión, “no sé si está preocupado o no”. ¿Cómo se enteró? Antes de ser informado directamente por su abogado tailandés Khun Anan, con el que está en contacto permanente, debió enterarse por la televisión tailandesa, donde su caso ha tenido una importante repercusión mediática.
Probablemente fue otro preso que hablaba la lengua del país asiático quien le dijo que la policía había cerrado la investigación y pedido la pena de muerte. Pudo ver la televisión y su compañero le tradujo”, explica el programa.
La defensa no ha perdido la esperanza de conmutar la pena de muerte por cadena perpetua, pero tendrá que cumplir un mínimo de entre ocho y diez años en una cárcel de Bangkok. Está tranquilo”, nos aseguró.
Fiel a su palabra, Daniel no toma medicación para el estrés o la ansiedad. Practica yoga, hace deporte, come bien, lee libros y ve películas en la televisión”, reveló.
El hijo de Rodolfo Sancho ya sabe que la policía tailandesa pide para él la pena de muerte, pero está tranquilo y animado porque sabe que mañana podrá ver a sus familiares (día en que finaliza el periodo de aislamiento de 10 días bajo el protocolo contra la cobosis). Sin embargo, como también se avanza en
El programa del Verano, no quiere abandonar el módulo de la enfermería y convivir con el resto de presos (en un ambiente mucho peor que el anterior) por miedo a autolesionarse o intentar quitarse la vida ante el oscuro horizonte.
