Santo Domingo – El panorama dejado tras el paso de la tormenta tropical Franklin por el territorio es deprimente para algunos residentes del barrio Flamboyán de Bajos de Haina, casi en su totalidad a la intemperie, algunos caminando entre charcos de lodo para entrar a sus casas.
Tras un día limpiando el agua que se había infiltrado en sus casas debido a los daños causados por la tormenta tropical Franklin, los residentes de la zona siguen secando el suelo por la noche.
José Matos recoge el poco equipaje y ropa que llevaba en su maleta.
La lluvia había inundado estas viviendas, el nivel del agua les llegaba por encima de la cintura, sus sueños estaban destruidos y estaban de barro hasta el cuello.
Lo mismo le ocurre a la Sra. Celeste, que lamenta que la tormenta del 4 de noviembre le hiciera perder todos los medicamentos para la diabetes y la cama que había comprado.
A estas horas, todavía guarda una ponchera encima del armario para proteger los platos que le quedan.
Esta noche, Celeste, como el resto de sus vecinos, piensa refugiarse en casa de un pariente y dormir en una cama seca con sábanas limpias.