Huelva, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -.
Según datos de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, referenciados por Europa Press, existen 2.815 viviendas residenciales registradas como alojamientos con fines turísticos en la provincia de Huelva, con un total de 14.858 destinos turísticos.
Así, en la actualidad hay más de 2.800 residencias con fines turísticos (VFT) inscritas en el Registro de Turismo de Andalucía (RTA) en Huelva, lo que supone un incremento del 22,39% desde diciembre de 2022, cuando se registraron 2.347 establecimientos alojativos.
En cuanto al número de camas, también supone un incremento del 18,39%.
En diciembre del año pasado se registraron 12.549 alojamientos, lo que supone un incremento del 18,39%.
En concreto, en Huelva capital se registraron 111 establecimientos de alojamiento turístico (37 más que en diciembre), lo que equivale a 459 plazas. Esta cifra contrasta con las 183 registradas en municipios costeros, como por ejemplo Punta Umbría (38 más que a finales de 2022), que cuenta con 1.086 camas.
En el conjunto de Andalucía hay 111.596 establecimientos, lo que supone que la provincia onubense representa el 2,52% del total de establecimientos de la región. Asimismo, Cartaya cuenta con 296 establecimientos con 1.739 camas, Lepe con 304 establecimientos con 1.639 camas, Isla Cristina con 455 establecimientos con 2.466 camas y Almonte con 190 establecimientos con 1.158 camas.
De nuevo, Ayamonte es la que registra un mayor número, con un total de 1.127 viviendas (173 más que en diciembre de 2022) y 5.546 camas, lo que sorprende por su situación estratégica en un municipio costero fronterizo con Portugal y su fuerte patrimonio.
Sin embargo, la comarca de la Sierra de Huelva tiene un marcado carácter turístico y aún son muy pocas las unidades residenciales registradas con fines turísticos. De hecho, en la localidad de Aracena, por ejemplo, sólo hay nueve viviendas turísticas registradas, aunque se ha añadido una respecto al año pasado.
El alojamiento turístico ubicado en el medio rural está regulado por el artículo 48 de la Ley 13/2011, de 23 de diciembre, y el Decreto 20/2002, de 29 de enero, “de Turismo y Turismo Positivo en el Medio Rural”, y constituido como residencia rural o residencia turística de alojamiento rural (VTAR). Debe cumplir los requisitos de estas dos figuras y sólo puede venderse como vivienda de uso turístico con la restricción de que no puede venderse como alojamiento rural.
Así, las viviendas de uso turístico deben cumplir el mismo conjunto de requisitos mínimos de calidad y confort que el resto de alojamientos para garantizar los derechos de los usuarios y evitar situaciones de fraude, intrusismo, contrabando y competencia desleal. También garantizan la seguridad ciudadana al obligar a los propietarios a llevar un registro escrito e informativo de los viajeros que utilizan este tipo de alojamientos.
Este tipo de viviendas se rigen por el Decreto nº 28/2016, de 2 de febrero de 2016, por el que se modifica el Decreto nº 194/2010 “Residencias con fines turísticos y alojamientos turísticos”, de 20 de abril.
