El Valencia tiene que cerrar muchos jugadores. Tanto que todo el equipo tiene que cotizar.
La posibilidad de adquirir a Sergi Canós es una opción perfecta, pero la plantilla del Valencia no es a prueba de balas. Las lesiones, las sanciones o un pequeño contratiempo en el juego de alguno harán imposible conseguir algo de serenidad. Faltan suplentes, pero también titulares.
El problema del equipo de Baraha es evidente. Mirando al banquillo, no hay solución. A pesar de ello, siguen encontrándola, ya que Diakhaby ha asumido el papel de «número 6» que le gustaba en Nervión.
Sin embargo, un pequeño problema puede convertirse en un gran problema cuando Javi Guerra, Pepel y Almeida no pueden jugar ni un mes, y mucho menos 70 minutos.
Por eso, cuando Canos se incorpore por fin al club, debemos celebrarlo y pedir al entrenador Peter Lim que traiga dos delanteros y otro extremo, además de los jugadores de Nureš.