Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que disfrutan de unos días de descanso y relax con amigos en Sotogrande, volverán a dejarse ver juntos este sábado en la boda de sus íntimos amigos Luisa Bergel y Christian Flores en Cádiz, tras el enlace.
Entre paisajes paradisíacos, jornadas de buceo rodeada de tiburones y mantarrayas, y la gastronomía local que saboreó durante sus días en la isla, la marquesa de Grignon sorprendió con un esperado posado en bikini en sus redes sociales.
En los meses previos a la boda, estalló una polémica sobre el peso de Tamara, a la que la socialité reaccionó sin inmutarse. ¿Por qué hay que perder 10 kilos para hacerse un traje a medida? La hija de Isabel Preisler optó por relajarse en la Clínica Buchinger de Marbella con su madre antes de la boda.
Tras varias semanas de yoga, deporte y una dieta detox, Tamara perdió varios kilos y estaba visiblemente más delgada y radiante el día más feliz de su vida: su boda con Íñigo en el Palacio de El Rincón el 8 de julio.
Mostró orgullosa su figura en un inesperado posado en bikini, demostrando que no había perdido peso durante el mes que pasó viajando por todo el mundo en una inolvidable luna de miel con su marido, que incluyó Sudáfrica, Tahití y Bora Bora.
El carrusel de instantáneas que ha publicado en Instagram hace unas horas incluía una muy importante. Luciendo un sencillo bikini rosa fucsia con un mini pareo a juego y gafas de sol con una gran sonrisa en la cara, nos ha sorprendido con su sensacional figura tonificada. A su lado, el libro que la acompañó en su luna de miel, El pacto del agua, de Abraham Verghese, una novela sobre tres generaciones de una familia en la India del siglo XX.
También ha incluido en la publicación una fotografía muy importante de ella e Íñigo posando juntos en una cómoda tumbona mientras disfrutan de las espectaculares vistas. La fotografía transmite la unión, la complicidad y, sobre todo, el amor, y revela lo mucho que se quieren como marido y mujer.