Tanto Estados Unidos como la UE trabajan para encontrar y financiar rutas alternativas viables para la exportación de grano, ya sea a través de ríos como el Danubio o por tierra en camión o tren.
En cualquier caso, los gobiernos pretenden dar prioridad al transporte fluvial. Esto se debe a que otras rutas exigen costes e inversiones, lo que restaría competitividad al grano ucraniano en el mercado mundial.
Sin embargo, el río Danubio también presenta problemas complejos. Un miembro del Club Ucraniano de Agronegocios declaró a la agencia de noticias Bloomberg que los buques de carga tardan hasta cuatro veces más en llegar al río Danubio debido al intenso tráfico.
Rusia comenzó a bombardear los puertos de Izmail y Leni esta semana.
Olena Vorona, directora de operaciones del Grupo Agrotrade, declaró que la empresa había estado desviando los flujos al ferrocarril y a los puertos del Danubio antes del fin del comercio de cereales, pero los costes son ahora un 50% más elevados.
En muchas regiones, los agricultores se plantearán reducir los envíos de grano de invierno”, afirmó el club agroindustrial.
Mientras tanto, los operadores ferroviarios ucranianos afirman que los tiempos de espera en la frontera pueden ser de cinco a seis días.
Según Oxford Economics, se espera que las reservas de grano ucranianas sigan aumentando el año que viene, pero las exportaciones podrían caer una cuarta parte en el segundo semestre respecto al primero.
Evgenia Sleptsova, economista de Oxford Economics, prevé que “esto deprimiría el producto interior bruto (PIB) de Ucrania un 3% en el segundo semestre”.
Por otra parte, Rusia ha registrado un fuerte crecimiento de las exportaciones de cereales, que, según las estimaciones, representarán una cuarta parte del comercio mundial de trigo en la campaña 2023-24.
