Madrid, 22 ago (EUROPA PRESS) – Investigadores de la Universidad de Tokio han propuesto un anticoagulante sin efectos secundarios.
Investigadores de la Universidad de Tokio han propuesto un anticoagulante sin efectos secundarios. De momento, el anticoagulante ha demostrado su eficacia en ratones de laboratorio y podría estar listo para ensayos clínicos en humanos dentro de unos años.
El estudio, publicado en Molecular Therapy, ilustra cómo el uso de anticoagulantes (fármacos que impiden la formación de coágulos sanguíneos) es necesario en diversas situaciones médicas, incluidos los casos extremos de infarto de miocardio y Covid-19.
El anticoagulante más utilizado es la heparina, que puede inducir efectos secundarios potencialmente mortales al agravar los coágulos sanguíneos en lugar de mejorarlos. Dado que sólo una minoría de pacientes experimenta este fenómeno, a menudo no se plantean tratamientos eficaces.
Un aspecto poco denunciado de algunos casos extremos de Covid-19 son las complicaciones que se producen cuando se utiliza el anticoagulante heparina para intentar reducir los coágulos sanguíneos en los pacientes.
Hasta un 3% de los pacientes tratados con este fármaco sufren trombocitopenia inducida por heparina (TIH), un efecto secundario. La trombocitopenia inducida por heparina es una coagulación rápida y potencialmente mortal de la sangre, el efecto contrario al deseado. Los anticoagulantes también pueden ser necesarios para otros problemas médicos, como infartos de miocardio, diálisis renal y algunas intervenciones quirúrgicas.
La heparina fue el primer anticoagulante y su uso está muy extendido, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera muy importante. Sin embargo, debido al escaso número de pacientes con TIH, este problema apenas se ha estudiado, a pesar de su gravedad y del aumento causado por Covid-19.
La TIH es también un problema particular para las mujeres embarazadas. Las mujeres embarazadas no pueden recibir los tratamientos existentes debido a los posibles efectos negativos sobre el feto.
El mejor tratamiento para la TIH es una infusión llamada inhibidor de la trombina, pero los fármacos actuales pueden causar hemorragias graves y no hay antídoto para evitarlas.
Lo ideal sería poder evitar la TIH por completo. Pero de momento no es posible. Por eso necesitamos nuevos inhibidores de la trombina de bajo riesgo que sustituyan a los fármacos actuales. Mi equipo y yo hemos desarrollado un anticoagulante de este tipo y lo hemos demostrado en plasma humano y de ratón”, añaden los investigadores.
El equipo ideó un inhibidor de la trombina de nueva generación compuesto por moléculas de ADN y que incorpora un nuevo mecanismo para prevenir hemorragias graves.
La molécula clave del fármaco se denomina aptámero biespecífico, que se caracteriza por su capacidad de unirse a varias cosas a la vez. Otra característica útil es que un breve fragmento de ADN actúa como antídoto contra el indeseable efecto secundario de la coagulación durante la TIH.
En esencia, este fármaco basado en el ADN permite un comportamiento más complejo que otros más sencillos y tradicionales basados en la química. En un estudio con ratones, el equipo demostró que el fármaco era aproximadamente 10 veces más eficaz que los mejores tratamientos actuales para la TIH.
Una ventaja adicional para las mujeres embarazadas es que el fármaco basado en ácidos nucleicos y su antídoto asociado no atraviesan la placenta y llegan al feto.
Esperamos pasar a los ensayos clínicos en humanos en un futuro próximo. Los ensayos preclínicos durarán dos años y los clínicos en humanos, cinco. Aunque el número de personas afectadas por la TIH es pequeño, se trata de una enfermedad muy grave y es importante abordarla lo antes posible”, concluyó Yoshimoto.
