Salud

Una enfermedad de transmisión sexual más en Andalucía.

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Sevilla, 31 Ago (EUROPA PRESS) -. La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha informado de un aumento del 81,98% de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en Andalucía de en.

Sevilla, 31 Ago (EUROPA PRESS) -.

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha informado de un aumento del 81,98% de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en Andalucía de enero a junio de 2023 respecto al mismo periodo de 2022, a pesar de los esfuerzos de prevención y concienciación de las autoridades administrativas andaluzas.

Así, en la comparativa de enero a junio de 2023, señala en una nota de prensa la Consejería, se ha detectado un aumento del 92,85% en clamidias respecto al mismo periodo de 2022, un incremento del 74,73% en gonorrea, del 69,06% en herpes, del 214,29% en linfogranuloma (LGV) y del 74,60% en sífilis.

En este contexto, se identificaron los siguientes factores que contribuyen al aumento de las ITS: la tendencia a abandonar los métodos de prevención basados en el preservativo, la pérdida de miedo al VIH y sus consecuencias, y la introducción del consumo de drogas con fines sexuales (chemsex).

También advirtieron de que hay que tener en cuenta que la mayoría de las infecciones de transmisión sexual se transmiten de persona a persona durante las relaciones sexuales sin protección, ya sean vaginales, anales u orales, e incluso cuando se comparten juguetes sexuales. La transmisión también puede producirse a través de úlceras o por contacto piel-mucosa.

En este contexto, la Dirección General de Salud Pública y Drogas de la Consejería de Salud y Bienestar Social recuerda que hay cinco puntos a tener en cuenta a la hora de tomar medidas contra las infecciones de transmisión sexual.

En primer lugar está la educación, que es la base para prevenir las infecciones de transmisión sexual, con información sobre las diferentes enfermedades de transmisión sexual, sus vías de transmisión, métodos de prevención, métodos de detección y métodos de tratamiento. Le sigue la prevención, que incluye estrategias para evitar la transmisión de las ITS, como el uso del preservativo.

En tercer lugar está la detección precoz, que implica la realización periódica de pruebas de ITS (incluidas las pruebas de gonorrea, clamidia, sífilis, VIH y otras ITS). Otro aspecto importante es el tratamiento, que implica obtener información sobre cómo tratar las ITS, incluidos qué fármacos administrar y cómo.

Y, por último, está el seguimiento. En este sentido, el programa general de ITS debe incluir un seguimiento para garantizar que los pacientes reciben el tratamiento adecuado y siguen las recomendaciones de prevención para evitar futuras infecciones.

A la luz de lo anterior, los ministerios regionales señalan que muchas ITS pasan desapercibidas, sobre todo en las primeras fases. La mayoría son fácilmente curables y prevenibles, pero pueden tener consecuencias graves si no se tratan adecuadamente.

Del mismo modo, hay que recordar que algunas infecciones de transmisión sexual no presentan síntomas, pero se señala que hay una serie de síntomas que pueden indicar que una persona tiene una infección de transmisión sexual y, por tanto, hay que prestarles atención.

Concretamente, en las mujeres, se trata de secreción anormal de la vagina, con o sin olor desagradable; úlceras cerca de los genitales, el ano o la boca; eczema, verrugas o ampollas; inflamación de uno o más ganglios linfáticos cerca de la úlcera; dolor alrededor de la zona pélvica, con o sin olor desagradable; dolor alrededor de la zona pélvica, con o sin olor desagradable; dolor pélvico; picazón o escozor en la zona pélvica, con o sin olor desagradable; dolor pélvico; picazón o escozor en la zona pélvica, con o sin olor desagradable. dolor pélvico; picor o escozor alrededor de la zona genital; sofocos al orinar o defecar; hemorragia vaginal sin menstruación o después del coito; o dolor vaginal durante el coito que aparece de forma repentina. En los hombres, incluyen secreción de la uretra; úlceras, eczemas, verrugas y ampollas cerca de los genitales, el ano y la boca; inflamación de uno o más ganglios linfáticos cerca de la úlcera; picor alrededor de los genitales; dolor e inflamación de los testículos; y ardor y dolor al orinar y defecar.

Subrayó que, ante cualquiera de estos síntomas, los pacientes deben ser examinados en un centro sanitario y seguir prescripciones médicas.

Por último, concluyó que si a una persona se le diagnostica una ITS, es importante informar inmediatamente de la posible infección a cualquier persona con la que haya mantenido relaciones sexuales recientemente, aunque no presente síntomas.

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