San Sebastián, 24 sep (EFE) – Santiago Mitre, Leonardo Subararia, Dolores Fonzi y otros 25 del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Representantes de 25 películas argentinas protagonizaron este domingo una protesta contra el ultraderechista Javier Millay, que ha declarado el cierre de instituciones culturales si es elegido presidente.
Bajo el lema «Cine argentino unido» escrito en la bandera argentina, más de 100 cineastas se concentraron en la escalinata de la sala principal del Cursar, donde se estrenan las películas más importantes del festival, para defender el cine y la cultura.
El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, también estuvo presente para apoyar las protestas de los profesionales del cine argentino.
En un comunicado, el representante de la industria cinematográfica argentina en San Sebastián expresó su «profunda preocupación» por las declaraciones de Mirei, candidato presidencial del partido ultraderechista Libertad Avanza, que ganó las primarias y tiene posibilidades de convertirse en el próximo presidente.
Millay ha amenazado con cerrar el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), la Secretaría de Cultura (encabezada por el propio director Tristán Bauer), la Secretaría de Educación y el Centro Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
México es un país de zanjas y fosas comunes», dice el escritor Emiliano Monge.
Para Subararia, que proyecta dos películas, Blondi y Puan, en San Sebastián, Mirei está profiriendo amenazas basadas en las «falsas afirmaciones» del INCAA, según declaró a EFE.
Mitre, productor de Blondi, también destacó el valor del cine argentino como importante no sólo para la industria cinematográfica sino para Argentina en su conjunto, ya que muchas de sus películas han sido presentadas en los festivales de San Sebastián y Cannes, lo que demuestra el alto nivel cultural de su país.
Para Mitre, cuya Argentina, 1985 fue nominada este año al Oscar a la mejor película internacional, las palabras de Millay son un ejemplo de «ignorancia» y «autoritarismo».
Del mismo modo, la productora Agustina Llambi dijo que la protesta era una expresión de su preocupación porque ‘si este señor llega a ser presidente’, ‘destruirá uno de los grandes logros de nuestra cultura, que nos representa en todo el mundo y nos llena de orgullo a todos los argentinos’. Afirmó que se trata de una petición que «no debe hacerse».
Lambi también señaló que es «conmovedor» que uno de los festivales más importantes del mundo, como el de San Sebastián, les haya dado el espacio para hacer pública su posición y que la dirección los haya acompañado.
Lea también AECID, que promueve la regeneración de parques a través del arte callejero en Paraguay.
La industria cultural argentina «destaca como motor económico creativo y resiliente, a pesar de la desfavorable coyuntura económica».
El impacto económico de la industria audiovisual representa el 5,2% del total de la economía argentina.
El camino a seguir es «mejorar, fortalecer y hacer más eficientes las políticas de promoción que acompañan la presencia de una industria próspera e integrada y no la vuelven inerte».
Argentina tiene «el derecho y el deber de contar con un imaginario colectivo propio, capaz de expresar la memoria, la identidad y las costumbres de su país». El cine argentino lo es y lo seguirá siendo.
Más de 580 profesionales del cine argentino han firmado ya este texto.
Entre ellos, Sbaraglia, Mitre, Fonzi, Cecilia Roth, Diego Lerman, Benjamín Naishtat, Mariano Llinás, Julieta Zylberberg, Martín Rejtman, Juan Minujin, María Alché, Rodrigo de la Serna, Rita Cortese y Daniel Hendler.
Por: efe.