La comunidad internacional y sus lacayos locales, han condenado a la República Dominicana, sin razón, pero lo peor es, que el tribunal que dictó la sentencia, en parte está integrado por Jueces internacionales que son enemigos de la Soberanía Nacional, y sus lacayos locales que lo son macho más.
Lo primero qué hay que destacar de los Jueces que representan a la comunidad internacional en ese Tribunal es, el interés por destruir la Nación Dominicana, y lo segundo la complicidad de los miembros locales en ese diábolo y macabro propósito, y todo sucede en las mismas narices de Autoridad la primera responsable por su falta de carácter, mientras los ingratos vecinos se ríen de nosotros, se orinan en nuestra bandera, e irrespetan el canto a la Patria de Duarte.
Hoy la República Dominicana, tiene poco eco en los foros internacionales con respecto al problema que representa ese ingrato vecino, y lo que resulta más extraño todavía es la debilidad con actúa el cuestionando Cuerpo Diplomático, amén de que en las importantes metrópolis del Mundo, nuestros representantes son las voces de los enemigos de la Patria.
Ningún país del Mundo, en igual condición migratoria que la República Dominicana, tiene en su seno a tantos desleales y traidores a su tierra como en nuestro país, incluyendo a altos funcionarios de la nación, tanto es así, que hasta darían sus vidas para favorecer a los vecino ingratos,
En estos delicado momentos que vive la República Dominicana, al parecer solo nos quedan dos cosas, una: el patriotismo de los verdaderos Dominicanos, y la otra: el respeto y obediencia de nuestra Fuerzas Armadas, a la memoria de los Padres Fundares a la Constitución y las Leyes
La República Dominicana, a pesar de ser el país más solidario con la gente de Haití, de ser el primero en llegar en momentos de catástrofes y penurias, de tenderle las manos cuando el mundo se la niega, siempre Ellos, se comportan como los Vecinos ingratos solo recuerden el Terremoto y la solidaridad del gobierno y pueblo Dominicano, y nos pagaron con un atentado al entonces presidente Dr. Leonel Fernández, en un instante que le hacía entraba de una Casa para Estudio Superior.
Las circunstancias de ahora son las mismas históricamente, así que llegó el momento de poner al vecino ingrato en su puesto, de decirle a esa comunidad internacional y a sus lacayos locales que la República Dominicana, seguirá el rumbo que nos trazaron los Padres Fundadores, sin importar él camino que se tenga que recorrer.
Viva la República Dominicana, Vivan Las FF.AA y la Policía Nacional, y Vivan los Políticos que respeten nuestra Bandera y el Himno Nacional. JMH