El Sevilla marcó dos goles en propia meta. El gol en propia puerta de Sergio Ramos dio al FC Barcelona un partido muy abierto y el extraordinario comunicado de los dirigentes del histórico club andaluz fue un auténtico golpe a la deportividad, al juego limpio y al sentido común. La afición sevrista no merece tener dirigentes tan mediocres, oportunistas e inútiles como los que aprobaron la publicación de un comunicado increíble justo antes de un partido importante en Montjuic.
En el terreno de juego, Fermín volvió a demostrar que es una fuerza a tener en cuenta, sustituyendo al lesionado Rafinha en su primera titularidad como interior, con una exhibición inusualmente imponente del jugador de 20 años. El Sevilla estuvo soberbio a balón parado, pero el Barça mereció la victoria. El vídeo del saludo entre Xavi y Mendilibar fue todo lo que el fútbol necesitaba, al igual que la actitud de Rakitic durante todo el partido y el juego peligroso del talentoso Ramin, de 16 años, que combinó bien con Fermín. Las entrevistas posteriores al partido con Rakitic y Ter Stegen, retransmitidas por Movistar, también formaron parte de la tendencia de que el fútbol necesita avanzar. Fue muy diferente del comunicado emitido por el club sevrista.
No era necesario. No tiene sentido, pero el Sevilla emitió un comunicado en el que expresaba su “indignación y repulsa” por las “últimas noticias y novedades del caso Negreira”. Es una actitud impropia de un club deportivo ignorar la presunción de inocencia, que aduce sin razón, no por el veredicto o la sanción, y culpar al FC Barcelona de un asunto que no ha sido juzgado. En una decisión sin precedentes, al no acudir a almuerzos ni comilonas, se han sumado a la salvaje campaña mediática que se está desarrollando en un caso que se ha convertido en un caso de corrupción y soborno en el mundo del deporte, sin otra pretensión que la de alargar el asunto todo lo posible. La actitud de los dirigentes es impropia de un club con la historia y la tradición del Sevilla, acusando al Barça en la fase de instrucción y dictando sentencia antes del juicio. Es lamentable”.