Vacía España se enfrenta a un déficit de alumnos: el descenso de la natalidad agrava la despoblación rural.
En los últimos años, España ha experimentado un importante descenso en el número de niños que nacen cada año, lo que ha provocado un inevitable aumento de las aulas vacías: solo desde 2013, el número de menores de 16 años ronda los 450.000, y las previsiones apuntan a que la población seguirá disminuyendo en la próxima década, espoleada por el descenso de la natalidad.
Este descenso del número de alumnos se dejará sentir año tras año en los distintos niveles educativos, ya que los nacimientos se encuentran ahora en su punto más bajo. El descenso de las matriculaciones ya es evidente en la educación preescolar (un 21,5% menos desde 2012), donde se estima que las matriculaciones caerán por debajo de los 2,4 millones de alumnos en 2032 (frente a los 3 millones de 2017) en la educación primaria, un mínimo histórico; para 2037, se espera que la ESO pierda el 25% de su alumnado . En otras palabras, habrá 500 000 jóvenes de entre 12 y 15 años menos.
Así, si los niños del baby boom (unos 8 millones) alcanzaron su máximo histórico en número de alumnos en 2013, el número de alumnos de 0 a 15 años alcanzará su mínimo histórico en 2037. El resultado: según el escenario de EsadeEcPol, el número de alumnos disminuirá en un millón entre 2013 y 2037. El centro de investigación ha publicado este jueves un informe en el que señala que este descenso poblacional, que comenzó hace una década, debe verse como una oportunidad para reorientar los recursos disponibles y «mejorar la equidad y la calidad de la educación en España».
Según los investigadores, si la inversión pública mantiene la tendencia actual, el gasto por alumno aumentará significativamente (y el número de alumnos disminuirá para la misma financiación); Jorge Galindo, subdirector de EsadeEcPol y coautor del informe, ha declarado a 20minutos: ‘Tenemos, por un lado, un superávit de inversión por alumno y, por otro, tenemos disparidades regionales muy desiguales».
Con este «telón de fondo», el estudio propone un «rediseño de la red escolar» para hacer un uso estratégico de estos recursos excedentarios. Para los investigadores, dejar el statu quo sin hacer no es más que «aplazar una decisión» que habrá que tomar tarde o temprano en el futuro. El documento subraya que «la decisión no es si cerrar escuelas o no, sino si tomar la decisión correcta cerrando escuelas y rutas ahora, o la decisión equivocada cerrándolas dentro de diez años».
Por eso, una de las propuestas es reorganizar la red escolar, pero teniendo en cuenta las especificidades de cada zona. Los estudios demuestran que en algunas provincias, como Zamora, el descenso de población alcanza el 44%, mientras que en otras, como Madrid y Barcelona, el número de alumnos no llega al 10%. Los sistemas educativos, extremadamente polarizados, tienen por tanto que cambiar sus estrategias.
La proximidad es muy importante cuando tienes escuelas en zonas muy aisladas, con muy malas comunicaciones y muy alejadas de las ciudades vecinas. Pero en otras zonas con poblaciones en declive y conexiones más fuertes con zonas más densas, quizá la proximidad sea un criterio menos costoso porque es más fácil de conseguir. Cuando hablamos de declive demográfico, pensamos inmediatamente en lo primero, pero no en lo segundo», argumenta Galindo. Por ello, los investigadores abogan por «cerrar rutas y centros» y sugieren que los sistemas de compensación, como opciones de transporte específicas y comedores gratuitos, podrían facilitar la reubicación de los estudiantes que se han visto obligados a trasladarse. Los coautores del estudio afirman que «lo que se pierde es un poco de proximidad, pero lo que se gana después es una ruta más coherente, que a la larga es muy valiosa para los estudiantes».
Además, según el estudio, «el aspecto positivo es que el cierre de escuelas rurales obliga a los alumnos que no tienen centro a trasladarse a una nueva escuela, lo que es un factor muy importante para el éxito de la escuela». Según Galindo, esto contrasta con las «objeciones» de quienes defienden la necesidad de evitar el cierre de escuelas en las zonas más despobladas para no agravar el problema de la despoblación.
En las zonas urbanas, sin embargo, el problema es bien distinto. En las zonas urbanas, lo que impide que el sistema educativo funcione correctamente es más bien la falta de recursos adecuados en las escuelas, el hecho de que los profesores tengan que trabajar en aulas masificadas y la falta de horarios para conciliar la vida laboral y familiar. Jorge Galindo explica: «Estamos analizando las aulas que sufren más presión y buscando formas de reducir la ratio alumno-profesor». El documento propone reducir la ratio a medida que disminuya el número de alumnos. Para ello, en los cursos en los que la demanda siga siendo alta (y no se haya notado el descenso de alumnos), se invertirá en recursos e infraestructuras para aumentar el número de profesores (es decir, para crear aulas con menos alumnos).
En este sentido, el informe de EsadeEcPol también señala que en muchas escuelas falta tiempo para el refuerzo. ‘Hay buenas razones para dedicar más tiempo a las escuelas, aumentar el refuerzo e intensificar la atención’.
Tiempo de refuerzo significa actividades extraescolares, tutorías y enseñanza en grupo. Por lo que hemos visto, las tutorías parecen tener un efecto muy importante en los alumnos con riesgo de abandono», afirma Galindo. ‘Y debemos seguir ampliando la educación infantil de 0 a 3 años’.
Todo ello teniendo en cuenta que ninguna de estas medidas puede garantizarse sin mejorar las condiciones laborales de los profesores. Los tres ejes que propone el think tank en su informe son: estabilidad, mejora salarial y reducción del horario lectivo.
‘En resumen, es mejor pasar de la inacción y aprovechar la oportunidad ahora que cuando sea demasiado tarde. ‘El descenso de la población es un fenómeno imparable que comenzó hace más de un lustro y aún tiene una década por delante’, concluye el documento, y que actuar ‘después de que todo haya pasado’ obligará a ‘políticas educativas más agresivas y drásticas, recortes innecesarios, planificación inadecuada e improvisaciones que podrían mermar la calidad y equidad del sistema educativo’. Advierte que.