Dajabón. Desde hace 17 días, este estado fronterizo ha estado envuelto en una tensa calma, pero un inusual operativo realizado por la Dirección General de Migración (DGM) y personal del Ejército desde las 3 de la madrugada del sábado, cuando la frontera estaba cerrada, añadió un nuevo elemento a la intranquilidad que viven los haitianos en la región.
A partir de esa hora, equipos de agentes de inmigración y soldados del ejército empezaron a circular en furgonetas, motos y camiones celulares por los alrededores de hoteles y alojamientos de bajo coste, en busca de extranjeros ilegales indocumentados.
A las 8 de la mañana, cuando terminó la operación, los haitianos ilegales fueron trasladados a Fort Beller, donde fueron procesados y llevados a la frontera.
Aumento de la actividad militar en Dajabon
Día a día
Desde el cierre de la frontera como medida para impedir la realización de un canal para desviar parte de las aguas de los ríos Masacre o Dajabón, parece que cada día es una copia del anterior.
Ref: Una semana después del cierre de la frontera, no hay avances entre RD y Haití
Antes del amanecer, cientos de haitianos comienzan a llegar al paso fronterizo que separa Haití de la República Dominicana, con o sin equipaje, con hombres, mujeres y niños haciendo cola, sus bolsas cargadas de alimentos y otros suministros son colocadas bajo la atenta mirada de los agentes de Sesfront, antes de que se les permita regresar voluntariamente a su propio país.
Los vehículos de la Patrulla Especializada de Fronteras (Sesfront) transportan personal para sustituir a los que llegan de servicio, y lo mismo ocurre con la entrada y salida de camiones militares llenos de soldados movilizados para vigilar a lo largo de la línea divisoria entre este estado y Haití.
Esto se debe a que los principales compradores son inmigrantes ilegales y comerciantes de los países vecinos, que van y vienen todos los días.
Todo se detiene en la frontera al anochecer, pero lo peor -o lo mejor- es que acaba un día y empieza el siguiente.