Madrid, 5 sep (Prensa Latina).- La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) pidió «sinceras disculpas» al máximo organismo internacional de este deporte y a sus aficionados.
Destacó en duros términos el comportamiento «totalmente inaceptable» del entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, en la final del Mundial femenino disputada en Sidney el pasado 20 de septiembre, y aprovechó para aplaudirle prometiéndole el homenaje que se merece.
Pedro Rocha, máximo dirigente interino de la federación, declaró: «A su debido tiempo los pondré en el candelero y les rendiré homenaje por sus logros».
En su carta, el dirigente del fútbol español condena el «comportamiento totalmente inaceptable del máximo dirigente de la Organización durante la final y en los momentos posteriores, totalmente alejado de los valores de toda la sociedad española, de la Organización, de sus representantes, de sus jugadores y de la dirección del deporte español».
La carta firmada por Rocha está dirigida a la FIFA, a la UEFA, a las federaciones nacionales, a los futbolistas, especialmente a los integrantes de las selecciones española e inglesa que protagonizaron la final de Sydney, y a todos los aficionados al deporte.
Ha causado un enorme daño al fútbol español, al deporte español, a la sociedad española y a los valores del fútbol y del deporte en su conjunto. Debo pedir disculpas profusamente desde esta RFEF y comprometerme de manera firme y absoluta a que esto no vuelva a ocurrir».
Además de centrarse en su actitud personal, expresó su determinación de prestar el apoyo necesario al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y a la Comisión Superior de Deportes (CSD) para que el caso contra Rubiales se resuelva con claridad «lo antes posible».
Subrayó que «el compromiso de todos [en la RFEF] es unánime y nos comprometemos a emprender una serie de acciones en los próximos días para mejorar la gobernanza de la federación y reparar, en la medida de lo posible, el daño causado.»
Ese mismo día, la federación comunicó la destitución de Jorge Vilda, entrenador de la selección femenina australiana campeona del mundo.
El organismo decidió poner fin a la labor de Vilda como seleccionador y director técnico del fútbol femenino.
La entrenadora llevaba en el cargo desde 2015 y, por su estrecha relación con Rubiales, fue aplaudida cuando la federación anunció a finales de agosto que no dimitiría, pero finalmente tuvo que anunciar su marcha como seleccionadora de La Roja.
El técnico, de 42 años, sustituyó a Ignacio Quereda al frente de la selección en 2015 tras dirigir a las sub17 y sub19, y el 20 de agosto España se proclamó campeona del Mundial de Australia y Nueva Zelanda tras vencer en la final a Inglaterra (1-0).
Sin embargo, estalló un gran escándalo cuando Rubiales besó a Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega de premios en Sídney, y un funcionario de la federación le hizo un gesto obsceno en la mesa VIP en la que estaba sentado con la Reina Letizia.
