Madrid, 27 Sep (EUROPA PRESS).-Pocos saben que la hipercolesterolemia es responsable de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares.
Aunque la mayoría de la población sabe que el ‘colesterol malo’ (LDL) es el causante de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares, pocos conocen su relación con la infertilidad, advierte la doctora Begoña Martínez, directora de IVI Pamplona.
‘En la mujer, los niveles altos de colesterol malo (LDL) pueden provocar trastornos hormonales, dificultando la fecundación y la concepción. En los hombres, puede provocar una disminución de la cantidad de espermatozoides, una mala calidad y una morfología espermática deficiente.
Además, si la hipercolesterolemia va acompañada de otros factores de riesgo, es más probable que la concepción tarde más en producirse.
Los estrógenos afectan al metabolismo de las grasas y favorecen la producción del llamado colesterol “bueno” (HDL). Por estas razones, es importante mantener los niveles de colesterol de este tipo por encima de 35 mg/dl en los hombres y de 40 mg/dl en las mujeres.
El IVI señala que es importante desarrollar hábitos de vida saludables para mantener una buena salud cardiovascular y el equilibrio hormonal y aumentar la probabilidad de embarazo. Recomiendan una dieta variada basada en el modelo mediterráneo, rica en verduras, legumbres, cereales integrales, carnes magras y pescados omega-3. Y, sobre todo, evitar los alimentos procesados con alto contenido en sal y azúcar.
También es aconsejable mantenerse físicamente activo en la vida diaria, caminando, subiendo y bajando escaleras, no fumar, aunque sea ocasionalmente, y no beber alcohol con regularidad. Las personas propensas a tener altos niveles de colesterol, o que padecen diabetes o hipertensión, también deben hacerse análisis de sangre periódicos para controlar mejor sus niveles de lípidos en sangre.
Los niveles de colesterol son otro de los indicadores a los que se debe hacer referencia en el análisis realizado durante la consulta inicial para evaluar a cada paciente y planificar un tratamiento adaptado a cada caso. Del mismo modo, es aconsejable controlar al máximo los hábitos de vida saludables antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida.
