5 Sept Madrid (EUROPA PRESS) – Los niños deportistas son más resistentes al estrés.
Un estudio realizado en la Universidad de Basilea (Suiza) ha concluido que los niños de primaria que hacen mucho ejercicio a diario afrontan mejor el estrés.
Un equipo de investigación dirigido por Manuel Hanke y Sebastian Rudiga, del Departamento de Deporte, Ejercicio y Salud de la Universidad de Basilea, examinó recientemente los efectos de la actividad física en los niveles de estrés de los niños.
En el estudio de Hanke, a 110 niños de entre 10 y 13 años se les colocaron sensores que registraron sus movimientos diarios durante una semana. A continuación, se reunió a los participantes en el laboratorio en dos ocasiones distintas y se les pidió que realizaran una tarea estresante y una tarea de control no estresante. Los investigadores comprobaron la respuesta física de los niños al estrés midiendo los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en su saliva.
Queríamos averiguar si el ejercicio físico aumentaría la capacidad de recuperación de los niños en un entorno de laboratorio controlado», explicó Sebastian Rudiga, director del proyecto. Los resultados mostraron que los niños que hacían ejercicio al menos una hora al día, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), producían menos cortisol durante las tareas de estrés que los que hacían menos ejercicio.
Los niños que hacen ejercicio con regularidad parecen tener una menor respuesta fisiológica al estrés en general», afirma Manuel Hanke, autor principal del estudio. Incluso en la tarea de control, que resultó algo incómoda para los participantes debido a la situación desconocida, hubo diferencias en los niveles de cortisol entre los niños activos e inactivos, pero en general los niveles de cortisol fueron más bajos que en la tarea de estrés.
Una posible explicación de este resultado, según Sebastian Rudiga, es que los niveles de cortisol también aumentan durante el ejercicio. Cuando los niños corren, nadan y escalan con regularidad, sus cerebros aprenden a asociar los niveles elevados de cortisol con cosas positivas. La respuesta del cuerpo siempre tiene también un componente cognitivo. Esta asociación positiva ayuda a evitar que los niveles de cortisol sean demasiado altos, incluso en situaciones de prueba», afirma.
Además de analizar muestras de saliva, el equipo de investigación también examinó las respuestas cognitivas a las tareas de estrés registrando las ondas cerebrales (EEG) de los participantes.
El estrés interfiere en el pensamiento El estrés interfiere en el pensamiento, lo que en casos extremos provoca desmayos», explica Hanke. El equipo de investigación pretende ahora determinar si la actividad física influye en los efectos cognitivos del estrés.
Prueba de estrés social de Trier para niños.
En esta prueba, los participantes leen una historia abierta y, tras cinco minutos de preparación, deben contar el resto de la historia al jurado utilizando notas.
Los participantes no sabían de antemano que el tiempo de preparación era deliberadamente corto. Después de cinco minutos, sus notas estaban casi agotadas, pero aún así tuvieron que llenar los cinco minutos y pensar en algo improvisado.
A continuación se les encomendó una tarea aritmética aparentemente sencilla en la que tenían cinco minutos para repetir la reducción de un número de tres cifras por un valor determinado. El estrés en esta tarea se debía principalmente a los errores, que obligaban a los participantes a empezar la tarea de nuevo. En una tarea de control realizada en otra ocasión, los niños tuvieron que leer un cuento, tras lo cual comentaron con los investigadores cuestiones generales sobre la historia. En ambas sesiones, los investigadores recogieron muestras de saliva a intervalos regulares antes y después de la tarea y midieron los niveles de cortisol.