Detroit, EE.UU. – Alrededor de 13.000 trabajadores redujeron el viernes la amplia brecha entre las demandas sindicales en las negociaciones contractuales y la cantidad pagada por los tres principales fabricantes de automóviles de Detroit. Suspendieron la producción de automóviles y se declararon en huelga tras no lograr reducir la brecha entre las demandas del sindicato en las negociaciones contractuales y los pagos realizados por los tres principales fabricantes de automóviles de Detroit.
Según información de Associated Press, miembros del sindicato United Auto Workers of America iniciaron protestas en la planta de montaje de General Motors en Wentzville (Misuri), la planta de Ford en Wayne (Michigan), cerca de Detroit, y la planta de Sterantis Jeep en Toledo (Ohio).
Es la primera vez en los 88 años de historia del sindicato que se organizan huelgas simultáneas en las tres empresas, después de que sus contratos de cuatro años con los fabricantes de automóviles expiraran el jueves a las 23.59 horas.
En un momento en que los trabajadores están en huelga y la industria automovilística se enfrenta a una transición histórica de los motores de combustión interna a los vehículos eléctricos, esta huelga podría determinar el futuro de la organización sindical y de la industria automovilística estadounidense.
Esta huelga es muy diferente de las anteriores huelgas de negociación de la UAW: en lugar de enfrentarse a una sola empresa, el sindicato, dirigido por el nuevo presidente Sean Fain con espíritu de lucha, se enfrenta a las tres. Pero no todos los 146.000 sindicalistas de las plantas de estos fabricantes de automóviles han abandonado el trabajo, al menos de momento.
En cambio, los sindicatos se han centrado en unas pocas plantas y han presionado a los negociadores, elevando sus ofertas muy por debajo de sus demandas de un aumento salarial del 36% en los próximos cuatro años – GM y Ford ofrecieron un 20% y Sterantis (antes Fiat Chrysler) un 17,5%.
Además de los aumentos salariales generales, el sindicato exige, entre otras cosas, el restablecimiento de la compensación por el coste de la vida, la eliminación de las diferentes escalas salariales para los puestos de la planta, la introducción de una semana laboral de 40 horas, el restablecimiento de las pensiones tradicionales de prestación definida para los nuevos contratados (que ahora reciben planes de jubilación tipo 401(k)) y el aumento de las pensiones de los jubilados.
La planta de Ford, en huelga, emplea a unos 3.300 trabajadores y fabrica el todoterreno Bronco y el pick-up mediano Ranger. La planta de Jeep en Toledo emplea a unos 5.800 trabajadores y fabrica los todoterrenos Jeep Wrangler y las camionetas Gladiator. Y la planta de GM en Wentzville emplea a unos 3.600 trabajadores que ensamblan las camionetas GMC Canyon y Chevrolet Colorado y las furgonetas GMC Savana y Chevrolet Express.