Washington, 30 sep (Prensa Latina) Las apocalípticas lluvias que diezmaron Nueva York provocaron inundaciones récord en la ciudad más poblada de Estados Unidos, dejando hoy tristes evidencias de tragedias pasadas y del cambio climático.
El diluvio desbordó el sistema de alcantarillado de la ciudad, que según los expertos está diseñado para almacenar sólo 1,75 pulgadas de agua por hora, y calles, sótanos, escuelas, automóviles y hasta el metro de Nueva York fueron arrasados por la rápida crecida del agua.
Los mensajes en las redes sociales decían estar sobresaltados por la situación el viernes por la mañana.
El alcalde Eric Adams recibió muchas críticas por su inadecuada respuesta al mal tiempo.
El alcalde se dirigió a los neoyorquinos poco antes de medianoche, hora local, mucho después del ajetreo matutino y horas después de la tormenta que inundó 150 escuelas, innumerables viviendas, kilómetros de carreteras y autopistas e incluso autobuses», informó un sitio web. Un sitio web informó.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia debido a las precipitaciones extremas en toda la ciudad de Nueva York, Long Island y el valle del Hudson.
Según la información de los expertos, el 29 de septiembre fue el día más lluvioso en Nueva York desde que los restos de Ida azotaron la ciudad hace dos años en el mismo mes.
También fue el septiembre más lluvioso registrado en el aeropuerto John F. Kennedy, superando las precipitaciones registradas por el huracán Donna en 1960, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Por su parte, en el popular barrio de Brooklyn se registraron precipitaciones equivalentes a las de un mes en tan sólo tres horas, las mayores de las que se tiene constancia.
El viernes se registraron en la megaciudad precipitaciones de al menos 7-15 cm, que ya se consideran históricas.
Los científicos afirman que la atmósfera, cada vez más cálida, actúa como una esponja gigante, absorbiendo más vapor de agua y expulsándolo en intensas corrientes en chorro que pueden anular fácilmente las anticuadas medidas de protección contra las inundaciones.
Para Rito Agarwala, responsable del clima en la ciudad, «este cambio en los patrones meteorológicos es consecuencia del cambio climático».
Y la triste realidad es que el clima está cambiando más rápido de lo que nuestras infraestructuras pueden hacer frente», advierte.
Según los expertos en resiliencia, tras el paso del huracán Ida en 2021, la ciudad de Nueva York avanzó en la construcción de infraestructuras para resistir las lluvias, pero no está todo lo preparada que debería.