Santo Domingo, 2 sep (Prensa Latina) El Gobierno de República Dominicana pidió hoy a las autoridades haitianas detener de inmediato la reanudación de la construcción de un canal privado que pretende desviar agua del río Masacre. Así lo anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según el comunicado, la solicitud se basa en preocupaciones legítimas sobre el impacto negativo que la construcción podría tener en los productores agrícolas de ambos países.
El río Masacre, también conocido como Dajabón, marca la frontera entre la República Dominicana y Haití desde 1776.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores dominicano, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, expresó su preocupación por las obras.
También se reveló que una delegación del Ministerio del Interior de ese país fue enviada a la zona para buscar una solución definitiva.
La nota señala que Henry subrayó que el proyecto no estaba financiado por el Gobierno y agradeció la voluntad de cooperación de Santo Domingo.
‘Creo que las conversaciones en curso permitirán resolver este conflicto de manera pacífica y respetando los intereses de ambos países’, dijo Henry.
El canciller Álvarez afirmó que esta obra viola el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje para la Paz y Permanencia de 1929, el Acuerdo de Límites de 1935 y el Protocolo de Revisión de Límites de 1936.
También señaló que la frontera entre los dos países es definitiva, no puede moverse y no está abierta a negociación.
Según el documento, el proyecto tiene la clara intención de construir una vía fluvial con el objetivo de vender agua de forma privada a los agricultores haitianos sin permiso formal del gobierno vecino.
Esta obra privada se llevó a cabo manualmente, lo que indica que fue improvisada.
Álvarez dijo que «hay que recordar que no es la primera vez que las autoridades dominicanas expresan su preocupación por este asunto: desde julio de 2021 ya se han paralizado los trabajos y se han retirado todos los equipos asociados a esta construcción.»
El funcionario señaló que el Gobierno de Luis Abinader se mantendrá vigilante y comprometido en garantizar el cese de esta obra, ya que podría impactar negativamente a los productores agropecuarios y al medio ambiente local.
Asimismo, reiteró su disposición a participar en un diálogo orientado a encontrar una solución que respete los intereses de ambos países.