Adrián Llanera – Presidente de la Sociedad Española de Farmacología
Según Adrián Llanera, presidente de la Sociedad Española de Farmacología y Farmacogenética (SEFF), la principal novedad acordada por los farmacéuticos y farmacólogos españoles en la última reunión interregional es que España será el «primer país europeo en normalizar el uso de la farmacogenética en el sistema público». Esta especialidad consiste en el estudio de los genes de un paciente para determinar cómo le afecta un medicamento.
La farmacogenética no sólo permite seleccionar el fármaco más adecuado para cada individuo, sino también la dosis más apropiada en función de su perfil genético».
Según un reciente artículo publicado en The Lancet, la aplicación de biomarcadores en las decisiones de prescripción de medicamentos puede reducir los efectos secundarios hasta en un 28%. ‘Nos estandarizamos en dar la misma dosis a todos los pacientes, y aunque este método puede ser adecuado para el 80% de las personas, hay una minoría que necesita dosis adaptadas’, apunta el especialista.
Hasta ahora, en España se han puesto en marcha iniciativas individuales para determinar los biomarcadores que se aplicarán a los medicamentos, pero el acuerdo del consejo interterritorial establecerá un número mínimo de genes y medicamentos a analizar, así como los requisitos que deben cumplir los pacientes para someterse a las pruebas genéticas.
De momento, se ha acordado que antes de prescribir 23 medicamentos concretos, o en caso de reacción adversa grave en pacientes que ya los estén tomando, se realizarán pruebas genéticas para determinar la presencia o ausencia de un paquete de 12 genes, que determinarán si el médico puede o no prescribir el medicamento y su dosis. Son para el cáncer, las enfermedades raras, la depresión, la epilepsia, el dolor …… y otros tratamientos. Además, estos 12 genes también proporcionan información sobre la prescripción óptima de otros 42 medicamentos.
Las pruebas genéticas son muy rentables porque pueden hacerse con un simple análisis de sangre o saliva», afirma Ranella.
‘El acuerdo político es el primer paso para su implantación, pero un grupo de trabajo del Ministerio de Sanidad está estudiando cómo hacerlo mediante la aprobación de los protocolos necesarios’. Al mismo tiempo, el Consejo Interterritorial acordó aprobar un catálogo de pruebas genéticas para otras áreas terapéuticas (onco-hematología, enfermedades cardiacas y circulatorias, enfermedades oftalmológicas, enfermedades metabólicas hereditarias, trastornos neurológicos y del neurodesarrollo). En el futuro se completará el catálogo para el resto de enfermedades.
Según la doctora Encarna Guigen, presidenta de la Sociedad Española de Genética Humana (AEGH), las pruebas genéticas están incluidas en el sistema público para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades de base genética, como anomalías cromosómicas causantes de anomalías congénitas, cánceres hereditarios e infertilidad con sospecha de base genética, pero cada municipio decide su propia aplicación. y existe una «gran heterogeneidad en el acceso».
Si se aprueba el nuevo catálogo, se establecerá un «mínimo común» de enfermedades y pruebas a realizar «independientemente del lugar de residencia», lo que favorecerá la «equidad», afirma el doctor. Esta decisión del Ministerio de Sanidad y de las provincias autonómicas cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Genética Humana, que participa en la elaboración del catálogo, pero al mismo tiempo la Sociedad Médica reclama, paralelamente a esta decisión, el reconocimiento urgente de la especialidad sanitaria de genética, anunciado por la ministra de Sanidad en dos ocasiones anteriores, pero que aún no se ha materializado. ‘Tenemos una asignatura pendiente’, dice Gijen. ‘Que es reconocer a los expertos que trabajan en este campo, ya que somos el único país de Europa que no tiene la especialidad’.
Los pacientes también apoyan el acuerdo. Begoña Barragán, presidenta de la Asociación Española de Pacientes con Cáncer (GEPAC), explica que las pruebas genéticas apenas se han realizado hasta ahora y «equivalen a una lotería, ya que varían de una región a otra y de un hospital a otro». Por este motivo, GEPAC ha respaldado la decisión de ampliar y actualizar la cartera genómica del sistema sanitario público, ya que «todo lo que sea mejorar el diagnóstico y proporcionar seguridad, eficacia y fármacos adecuados es importante».