Ciudad de México / SemMéxico – El embarazo en niñas y adolescentes vulnera sus derechos sexuales, reproductivos, de salud y educación, y limita la calidad de vida de ellas y sus hijos.
Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes, que se celebra el 26 de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ofrece un panorama con datos sobre los nacimientos en mujeres menores de 20 años ocurridos en 2021 Según la OCED, no se proporciona información más actualizada, pero México sigue siendo el primer país en embarazos en menores de edad.
En 2021 se registrarán alrededor de 150 000 nacimientos de niñas y adolescentes, de las cuales 70% viven en matrimonio o unión libre, a pesar de que el matrimonio infantil está prohibido por la ley.
El 70% de las madres adolescentes no trabaja fuera de casa y los nacimientos se producen en comunidades más pequeñas, de menos de 15 000 habitantes, y no en zonas más pobladas.
El INEGI presentó los nacimientos de menores de 20 años en dos grupos: 147,279 adolescentes de 15 a 19 años (26.3 por cada 1,000) y un grupo de 3,019 menores de 15 años (0.2 por cada 1,000).
Señaló que el número de nacimientos ha ido disminuyendo desde 2017, cuando el número de nacimientos por cada 1.000 personas llegó a ser de 44,3%, en comparación con 2021, cuando el número de nacimientos por cada 1.000 personas fue de 26,3.
Además, hay más nacimientos en las regiones menos pobladas que en las más pobladas, con una diferencia de 4,4 puntos porcentuales. Es decir, un 16,4% frente a un 12,0%.
En 2021, el 70,8% de las madres de 15 a 19 años tenían una relación conyugal, frente al 19,1% de las madres adolescentes solteras.
Prohibición del matrimonio infantil
Esto a pesar de la entrada en vigor en junio de 2019 de una enmienda al artículo 148 del Código Civil Federal, que establece la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años: entre el grupo de madres menores de 15 años, el 54,9% estaban casadas o en una relación conyugal.
Entre las madres adolescentes, 74.9 por ciento no trabajaba, mientras que 20.5 por ciento trabajaba; lo mismo ocurría con las madres menores de 15 años, 74.4 por ciento no trabajaba y 19.7 por ciento trabajaba.
En México, los objetivos de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), promulgada en el sexenio pasado y que actualmente no cuenta con seguimiento ni recursos, fueron erradicar el embarazo infantil, reducir el embarazo en adolescentes de 15 a 19 años y combatir las disparidades sociales, económicas y de género. Todo lo anterior con base en el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de niñas, niños y adolescentes.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), América Latina y el Caribe tiene la segunda tasa de embarazo adolescente más alta del mundo.
Además, se estima que casi el 18% de los nacimientos en la región son de madres menores de 20 años. Cada año, aproximadamente 1,5 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz. Esta alarmante cifra se hace más crítica por el hecho de que muchos de estos embarazos son consecuencia de la falta de información, el acceso limitado a métodos anticonceptivos y la violencia sexual y de género.
El Día Mundial para la Prevención del Embarazo Adolescente no Planificado se celebra el 26 de septiembre en varios países. Se inició en Uruguay en 2003, cuando varias organizaciones públicas y privadas dieron la voz de alarma sobre el elevado número de embarazos precoces en las escuelas. La idea detrás de este día era educar a los jóvenes de todo el mundo sobre la anticoncepción eficaz y su importancia.
AM.MX/fm’