Madrid, 21 Sep (CHANCE) – Tamara Falcó vive su mejor momento personal.
Tamara Falcó vive su mejor momento personal. Desde que contrajo matrimonio con Íñigo Onieva el pasado mes de julio, de luna de miel y ahora de vuelta a la vida cotidiana, no cabe duda de que la Marquesa de Grignon por fin tiene la vida que soñaba. Aún no ha sido madre, pero ha iniciado tratamientos de fertilidad con su pareja para conseguirlo.
Esta noche, en el plató de El Hormiguero, estaba bebiendo agua de una mítica taza cuando Pablo Motos intentó preguntarle cómo le iba la semana: …… Es un gesto que siempre hace cuando no quiere contestar a las preguntas del presentador. ……
Con la espontaneidad que la caracteriza, la marquesa de Grignon contestó con humor: ‘Al final del día en «El Formiguero» me bebo el agua que me falta’.
Pablo también le preguntó por la faceta de abuela de Priesler, ya que había oído previamente que estaba encaprichada de sus nietos. Tamara fue directa al tema, diciendo que estaba tan irreconocible que «cuando llegó el otro día, no nos vio ni a Íñigo ni a mí, abrió la puerta, llamó a sus sobrinos y se fue sin saludar siquiera».
«El otro día Miguel estaba sentado en uno de sus sillones favoritos con un dibujo con rotulador permanente, así que le dije: ‘Mamá, estoy dibujando en uno de los sillones’, y me contestó: ‘Sí, pero se lo regalo a mi hermano'».
Tras relatar estas anécdotas, Juan del Val intentó mantener la conversación en el tema con una broma después de que Isabelle dijera que le había gustado verle en un programa de entrevistas en la boda.