Las fuerzas israelíes esperan órdenes de actuar para lograr su objetivo de destruir a Hamás, que controla Gaza desde 2007, declaró un portavoz militar.
Israel continuó el domingo concentrando sus tropas fuera de la Franja de Gaza antes de una incursión en la Franja. Más de 2.600 personas han muerto ya y un millón han sido desplazadas en la Franja de Gaza por los bombardeos tras un ataque de Hamás contra su territorio.
Desde el viernes, el ejército israelí ha instado a los 1,1 millones de residentes del norte de Gaza a evacuar hacia el sur en preparación de una posible invasión de Gaza, donde tiene estacionadas decenas de miles de tropas.
El ejército espera órdenes de actuar para lograr su objetivo de destruir a Hamás, que controla Gaza desde 2007, dijo un portavoz militar.
Estos preparativos han causado preocupación internacional. El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, no apoya la expulsión de los habitantes de Gaza.
El enclave, de 362 kilómetros cuadrados, alberga a más de 2,3 millones de personas y sufre bombardeos diarios desde que Hamás lanzó su ataque contra Israel el 7 de octubre.
Según el ejército, los ataques fueron los más mortíferos desde la creación del Estado de Israel en 1948, matando a más de 1.400 personas, la mayoría civiles.
Unidades de comandos de Hamás, incluida en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, capturaron también a 155 personas y las mantuvieron como rehenes.
Sin embargo, el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, declaró que “las políticas y acciones de Hamás no representan al pueblo palestino”.
Según la agencia de noticias oficial palestina Wfa, en una conversación con el presidente venezolano Nicolás Maduro, el presidente Abbas afirmó que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) es la única representante del pueblo palestino.
En Gaza, según las autoridades locales, los bombardeos han matado hasta ahora a 2.670 personas, entre ellas más de 700 niños.
Catástrofe humanitaria prevista
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), la evacuación forzosa de la población del norte de Gaza por parte de Israel ha provocado un desplazamiento “masivo” de la población.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa), ya hay casi un millón de desplazados y la cifra podría aumentar aún más.
Tras la incursión de Hamás, Israel ordenó un asedio “total” y cortó el suministro de agua, electricidad y alimentos a la Franja, sometida a un férreo bloqueo desde 2006.
El ministro israelí de Energía, Katz, anunció el domingo que se había restablecido el suministro de agua a la parte sur de la Franja.
Los suministros de ayuda humanitaria procedentes de varios países se acumulan en la frontera egipcia, según informaron testigos a la AFP.
Egipto controla el único acceso terrestre a Gaza que no está bajo control israelí. Como la frontera de Rafah permanece cerrada, los habitantes de Gaza están atrapados en el enclave.
Unruhwa afirmó que en Gaza se está produciendo una “catástrofe humanitaria sin precedentes”.
Durante los últimos ocho días, no ha entrado en Gaza ni una gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible”, afirmó Philip Lazarini, director de Unruhwa.
El Papa Francisco dijo el domingo durante el tradicional rezo del Ángelus que “es urgente y necesario garantizar el corredor humanitario y llevar alivio a la población”.
Desde el viernes, miles de residentes han huido hacia el sur entre las ruinas, con sus pertenencias apiladas apresuradamente en remolques, coches, motos y vehículos.
Sin embargo, los residentes afirman que la parte sur del enclave también está siendo bombardeada y los hospitales están llenos de manos.
Al otro lado de la frontera, los israelíes también se trasladaban a zonas más seguras. Riesgo de conflicto regional
La situación en Gaza preocupa tanto por sus aspectos humanitarios como por su potencial para provocar un conflicto regional.
En una declaración conjunta, la Liga Árabe y la Unión Africana afirmaron que una incursión en la Franja de Gaza “podría provocar un genocidio sin precedentes”.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hussein Amir Abdollahian, advirtió de que si Israel invadía Gaza, “nadie puede garantizar” que la situación se resolviera.
Estados Unidos apoya sin fisuras a Israel, pero ha expresado su preocupación por la situación en Gaza y teme una escalada del conflicto.
El Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció el sábado que Washington había enviado dos portaaviones al Mediterráneo oriental “para disuadir acciones hostiles contra Israel”.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió de la posible “implicación directa” de Irán.
Irán es el enemigo número uno de Israel y apoya al movimiento Hezbolá en Líbano. Hezbolá sugirió el viernes que estaba “dispuesto” a unirse a Hamás si fuera necesario.
Las tensiones aumentan en el sur de Líbano, fronterizo con Israel, donde el domingo se lanzaron cohetes contra el cuartel general de la fuerza de paz de la ONU (FINUL).
El ejército israelí anunció el sábado que había matado a “varios terroristas” que intentaron entrar en su territorio desde la zona, mientras que Hamás también reivindicó el domingo a dos infiltrados procedentes de Líbano.
Al menos 10 personas han muerto hasta ahora en el sur del Líbano. También han muerto dos personas en Israel.
“¿Estamos preparados?”
El primer ministro israelí, Netanyahu, visitó el sábado a las tropas estacionadas cerca de Gaza y advirtió de que los ataques aún no habían terminado.
¿Están preparados para lo que está a punto de ocurrir? Los ataques continuarán”, declaró en un sermón a las tropas.
Las fuerzas israelíes ya han asaltado el enclave y han encontrado los “cadáveres” de rehenes secuestrados. Según Hamás, 22 “prisioneros” murieron en los bombardeos israelíes.
Durante el fin de semana, también anunció que había matado a tres comandantes de Hamás implicados en el ataque del 7 de octubre.
Según el portavoz militar Richard Hecht, Yahya Sinwar, comandante de Hamás en la Franja de Gaza y considerado el cerebro de la operación, está ahora en el punto de mira.
