Londres, 17 oct (Prensa Latina) El cambio climático antropogénico está haciendo que los bosques amazónicos sean más propensos a los incendios forestales, con un aumento del 10% en la primera mitad de 2023 en comparación con 2022, se informó hoy.
Según un artículo publicado en Nature Ecology & Evolution, el número de incendios forestales en la Amazonía alcanzó en junio pasado su pico más alto desde 2007.
Los investigadores sugieren que el cambio climático antropogénico está haciendo que los bosques sean más propensos al fuego, mientras que la sequía y las olas de calor prolongadas están creando condiciones más propicias para las quemas.
Matthew Jones, investigador de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia, señaló que la deforestación y la expansión agrícola están minando la salud de los bosques y haciéndolos menos resistentes a la sequía.
Hasta ahora, la deforestación ha sido la principal causa del aumento de los incendios, añadieron los científicos.
Sin embargo, gracias a los esfuerzos concertados, este problema ha disminuido a lo largo de los años, señalaba la carta.
No obstante, la frecuencia de los incendios forestales indica que hay otros factores implicados, señaló Gabriel de Oliveira, profesor adjunto de la Universidad del Sur de Alabama.
De hecho, sólo el 19% de los incendios ocurridos entre enero y junio de 2023 estaban relacionados con la deforestación reciente.
Entre las posibles causas figuran las condiciones cálidas y secas provocadas por El Niño de este año, el lento efecto de la deforestación sostenida, la deficiente aplicación de la legislación medioambiental bajo el anterior gobierno brasileño y la quema prematura de pastos por parte de los terratenientes.
La situación actual está impulsada por los grandes actores, el cambio climático y la fragmentación de los bosques”.
La profesora Rachel Carmenta, catedrática de Cambio Climático y Desarrollo Internacional de la Universidad de East Anglia, afirmó: “Cuando se producen incendios forestales, las más afectadas son las pequeñas comunidades tradicionales.
Es necesario un esfuerzo internacional fuerte, equitativo y coordinado para hacer frente a esta creciente amenaza, subrayó la experta.