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Duquesa: un legado de corrupción y humo caro para el país

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Según el BID, el vertedero era el quinto vertedero megalítico tóxico más grande del mundo. Duquesa, el coloso de los residuos en la República Dominicana, reveló una cruda realidad hace más de .

Según el BID, el vertedero era el quinto vertedero megalítico tóxico más grande del mundo.

Duquesa, el coloso de los residuos en la República Dominicana, reveló una cruda realidad hace más de 30 años. Montañas imponentes de millones de toneladas de residuos hasta donde alcanzaba la vista, el mayor vertedero a cielo abierto de América Latina y el Caribe era inconfundible por su hedor y sus incesantes incendios.

Cada día, cientos de camiones depositaban cerca de 4.000 toneladas más de basura procedente de distintos puntos de la capital y sus alrededores.

Dukesa era el quinto megalito tóxico más grande del mundo según la clasificación del BID, después de Yakarta, Nairobi, Lagos y la Gran Mancha del Pacífico conocida como Isla de Plástico.

Apenas un mes después de que comenzara la primera fase del cierre técnico del vertedero de Dukesa, Michael Leachin ganó un arbitraje contra el Gobierno dominicano y pagará 43 millones de dólares en concepto de indemnización e intereses. La decisión fue tomada por el Tribunal de Arbitraje de la Comisión de Derecho Mercantil Internacional de la ONU en el marco del Tratado de Libre Comercio CARICOM-República Dominicana.

En la encrucijada fiscal de Dominica, estos aproximadamente 2.500 millones de pesos superan los 1.900 millones de pesos presupuestados para el desarrollo integral y la protección de los ancianos, y podrían cuadruplicar la inversión actual de 178 millones de pesos si se centran en reducir los embarazos de adolescentes.

Una herencia de corrupción, humo y espejos

Pero este no es el único problema legal de Duquesa: desde 1990, cinco presidentes -Balaguer, Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Luis Abinader- se han ocupado del vertedero. Alcaldes de diversos partidos políticos han impugnado o transigido con la gestión de Duquesa mediante la firma de contratos.

En 1995, la Asamblea Nacional transfirió los terrenos de Duquesa al Ayuntamiento de Santo Domingo, que los convirtió en un vertedero dirigido por Ferro Subervi Bonilla. En octubre de 1995, el ex presidente Joaquín Balaguer otorgó a Dimas de Moya, administrador del CEA, un mandato para establecer el derecho de uso de los terrenos mediante contrato.

En 2004, el vertedero de Duquesa pasó al control de Santo Domingo Norte (SDN). Ese mismo año, pasó a ser gestionado por un consorcio dominico-brasileño. El entonces síndico de SDN, Daniel Carbajal Reus, firmó un contrato de gestión del vertedero con el consorcio de Duquesa por 20 años.

Según informes periodísticos de la época, su empresa gestora indicó que sus operaciones eran problemáticas debido a la falta de equipos técnicos especializados.

En 2006, el ayuntamiento aprobó una resolución que ordenaba anular el contrato administrativo que había firmado con el consorcio Duquesa, otorgando al entonces síndico plenos poderes para negociar y firmar un nuevo contrato. El Estado dominicano y el consorcio se enzarzaron en un litigio.

Posteriormente, en 2007, el entonces alcalde de SDN, Jesús Felix, anuló el contrato existente y adjudicó la gestión del vertedero a Lajun por un periodo de 10 años a un coste de 98 USD anuales. 4 millones de pesos.

En 2009, se firmó una adenda entre la Alcaldía de SDN y Lajun Corporation que modificaba el contrato; en 2013, la Alcaldía intentó rescindir el contrato debido a la gestión inadecuada de los lixiviados y el biogás y a la falta de una valla perimetral, lo que dio lugar a un largo proceso judicial. El caso se resolvió.

A principios de 2014, se llegó a un acuerdo y se volvió a contratar a Lajun para gestionar el vertedero. El entonces alcalde, Francisco Fernández, declaró que los nuevos accionistas de Lajun cumplían los requisitos técnicos y económicos.

Las cosas se descontrolaron y los frecuentes retrasos en el vertedero de la Duquesa repercutieron visiblemente en las calles del Gran Santo Domingo.

En medio de los problemas judiciales entre el municipio y Lajun, se descubrió que el acuerdo de venta de terrenos para el vertedero era ilegal y no había sido aprobado por la Cámara de Representantes.

La situación se hizo insostenible y el Ministerio de Medio Ambiente militarizó Dukesa, obligando a Lajung a garantizar el acceso de los camiones de eliminación de residuos sólidos hasta las 8 de la tarde. Sin embargo, suspendió los servicios a los municipios de Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos y Pantoja, operando hasta las 16:00 horas.

Como resultado, la empresa fue multada con 16 millones de reales por el Ministerio de Medio Ambiente.

Incumplimiento de contrato

Otra polémica llegó en 2017, cuando el entonces alcalde de Santo Domingo Norte, René Polanco, denunció que la empresa había incumplido 20 cláusulas contractuales firmadas entre Lajun Corporation y el Ayuntamiento de SDN hasta esa fecha. Los supuestos incumplimientos del contrato de gestión del vertedero incluían la construcción de un vallado perimetral de 500 metros, el control de la gestión del biogás, la gestión de residuos a cielo abierto y la aportación del 5% de los ingresos para la comunidad en la que operaba. En 2017, tras 10 años de gestión por parte de Rajun y siete años de litigios judiciales, el Tribunal Superior Administrativo adoptó medidas cautelares para transferir la explotación del vertedero a un consorcio formado por Medio Ambiente, MSP y ASDN.

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