Washington – Delincuencia en las ciudades estadounidenses. La crisis nacional de los opioides. La salud de nuestro sistema electoral. Y ahora, el peor día para los judíos en los 75 años de historia de Israel: un atentado terrorista.
Inmediatamente después de que terroristas de Hamás mataran o secuestraran a cientos de israelíes este mes, el Partido Republicano recurrió a tácticas conocidas en las elecciones presidenciales, estatales y al Congreso, y en el rincón de extrema derecha de los medios conservadores.
Lo que le ha pasado a Israel le puede pasar a Estados Unidos. Porque nuestro país ha sido invadido por millones de personas que han venido de más de 160 países’, dijo la congresista Marjorie Taylor Green, republicana de Georgia, a Fox News más de 24 horas después del ataque.
‘Sabemos que las fronteras están abiertas y que la mayor amenaza para nuestra seguridad nacional son los terroristas que entran en Estados Unidos y que el 11-S vuelva a ocurrir’, dijo Nikki Haley, exembajadora de la ONU bajo la presidencia de Donald Trump, a los periodistas en Concord, New Hampshire, la semana pasada.
‘No olvidemos que las mismas personas que atacaron Israel están entrando ahora a través de nuestra amplia frontera abierta en nuestra hermosa América a un nivel que nadie creería’, declaró Trump el lunes. Esta afirmación sin fundamento fue aplaudida en un mitin de campaña en Clive (Iowa), suburbio de Des Moines.
Aunque el Partido Republicano se enfrenta a profundas divisiones internas, la considerable unidad en este frente subraya que la línea divisoria de 3.000 km (2.000 millas) entre Estados Unidos y México sigue siendo un poderoso símbolo político para el partido.
Desde que Trump allanó el camino al poder con su política de inmigración de mano dura, los republicanos se han referido a la seguridad fronteriza en términos cada vez más radicales y a menudo con datos exagerados al abordar casi cualquier asunto.
Este mensaje ha reverberado: según una encuesta nacional de NBC News realizada en septiembre, los votantes confían abrumadoramente más en los republicanos que en los demócratas a la hora de gestionar la economía y la delincuencia de cara a las elecciones de 2024.
El Departamento de Seguridad Nacional afirmó que no ha encontrado amenazas específicas o creíbles contra Estados Unidos relacionadas con Hamás.
El portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, dijo a algunos republicanos que «se llevan a cabo rigurosos controles de seguridad nacional para determinar si algún individuo de cualquier parte del mundo tiene vínculos con una organización terrorista».
Los expertos en inmigración afirman que, si bien el Gobierno no puede controlar a quienes llegan sin ser detectados, un gran número de inmigrantes entregados en la frontera son sometidos a controles.
Los intentos de los políticos de vincular a los grupos terroristas de Oriente Medio con las bandas criminales mexicanas han cobrado fuerza en las dos últimas décadas, pero los expertos en antiterrorismo y contrainsurgencia afirman que no han encontrado pruebas sustanciales que respalden esta afirmación. Los dos grupos tienen objetivos muy diferentes y operan en zonas fronterizas culturales y económicas, y sus dinámicas no son distintas.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en medio de un aumento general de las detenciones a lo largo de la frontera sur, las autoridades estadounidenses han efectuado este año más detenciones de personas cuyas identidades coinciden con la lista de vigilancia terrorista del FBI, con 160 extranjeros detenidos en el año fiscal 2023 hasta julio, frente a los 100 del año anterior. Según los expertos en terrorismo e insurgencia, estas listas son una pequeña fracción de los millones de personas que intentan cruzar la frontera sur y no miden la amenaza terrorista para Estados Unidos.
El aumento puede deberse en parte a la amplitud de las listas, añadieron los expertos. La lista incluye a personas buscadas por actividades terroristas contra sus países de origen pero no contra Estados Unidos, así como a familiares y asociados que no han sido acusados de ningún delito.
Los expertos no descartan por completo la amenaza de un atentado desde la frontera sur, pero afirman que es poco probable.
Si una organización terrorista de Oriente Medio planeara un atentado, «la frontera norte podría ser aún más vulnerable», afirma el profesor Bruce Hoffman, director del Centro para la Civilización Judía de la Universidad de Georgetown, especializado en estudios sobre terrorismo. El profesor Hoffman añade que un plan de este tipo no estaría necesariamente vinculado a la inmigración.
El lunes, Trump, criticado por sus comentarios sobre Israel y por decir que la organización terrorista Hezbolá, respaldada por Irán, era «muy inteligente», apeló a los mortíferos ataques de Hamás contra Israel y avivó el temor al terrorismo en Estados Unidos. También retomó temas más incendiarios sobre la inmigración, reactivando la prohibición de viajar desde países de mayoría musulmana, prometiendo ampliar el bloqueo de los programas de admisión de refugiados promulgado durante su presidencia y arremetiendo contra los medios legales.
Dos supremacistas blancos, Robert Bowers, de Pittsburgh, y Patrick Crucius, de El Paso (Texas), sospechosos de haber participado en tiroteos en los últimos cinco años, han citado a los «invasores» y a la «invasión hispana» como parte de sus motivos en los momentos previos a sus crímenes.
El sábado pasado, las autoridades de un suburbio de Chicago dijeron que Joseph Czuba, de 71 años, apuñaló mortalmente a un niño de seis años e hirió gravemente a la madre del niño porque era palestino. Las autoridades relacionaron el ataque con el hecho de que Czuba escuchara en la radio tertulias conservadoras sobre la lucha en el extranjero.
