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Mientras tanto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estima que Otis afectará una de las zonas más pobres de México, entre el municipio de Tecpan de Galeana y el puerto turístico de Acapulco.
El Gobierno del Estado de Guerrero ha suspendido las clases y aplazado la presentación de su informe anual de gestión para centrarse en la prevención.
‘Lo más importante es que las autoridades (…) y militares con el claro objetivo de garantizar la seguridad de la población y evitar peligros’, dijo la gobernadora Evelyn Salgado en un comunicado.
Los militares patrullaban cerca de la costa de Acapulco (a unos 380 km al sur de Ciudad de México), donde se suspendieron las actividades marítimas y el tráfico de embarcaciones.
Los empleados de hoteles y restaurantes a orillas del mar se apresuraron a retirar el mobiliario, mientras el cielo se nublaba, informó AFP.
Los empleados del gobierno local también fueron suspendidos de sus labores y se instó al público a seguir los avisos oficiales.
Las autoridades de protección civil también están inspeccionando los lugares de refugio.
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Grandes supermercados como Wal-Mart y Aurela en México cerraron el martes por la tarde.
Acapulco fue azotado por el huracán Paulina, de categoría 4, el 9 de octubre de 1997, que mató a más de 200 personas y fue uno de los peores huracanes de la historia de México.
El SMN ha puesto en alerta un tramo de 500 km de costa desde Punta Maldonado hasta Zihuatanejo, en el estado de Guerrero, y partes del vecino estado de Oaxaca (sur).
También emitió avisos por fuertes lluvias y tormentas en siete estados del sur y el centro del país.
Aunque el fin de semana tocó tierra como huracán en el centro turístico meridional de la península de Baja California y sólo causó daños materiales, la tormenta Norma, que tocó tierra el lunes en el estado noroccidental de Sinaloa, causó tres muertos.
El huracán Lydia, potente huracán que alcanzó la categoría 4 (vientos máximos de 249 km/h), pasó hace dos semanas por la zona y causó la muerte de al menos dos personas en los estados occidentales de Jalisco y Nayarit.
Con sus extensas costas del Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables a los huracanes, con al menos una docena de fenómenos meteorológicos al año, todos ellos con potencial para convertirse en ciclones de gran intensidad.
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En octubre de 2015, la costa central del Pacífico fue azotada por el huracán más potente de la historia meteorológica, Patricia (vientos sostenidos de 325 km/h, rachas de hasta 400 km/h), pero solo dejó daños materiales al tocar tierra en una zona montañosa deshabitada.
Mientras tanto, en septiembre de 2013 también se registró un fenómeno sin precedentes en las costas mexicanas. La tormenta tropical Manuel entró simultáneamente en el Océano Pacífico y el huracán Ingrid en el Golfo de México, causando la muerte de 157 personas y afectando al menos a 1,7 millones de personas.
