Al Sevilla le ha costado arrancar con buen pie esta temporada. Superó su bache inicial antes del cierre del mercado, y el director deportivo llegó a decir que estaban «más afectados que otros» (opinión de la que se hizo eco Mendilibar), pero en realidad los resultados no han acompañado. En seis partidos desde junio, los andaluces han logrado dos victorias (Las Palmas, Almería), tres empates (Osasuna, Lens, PSV) y otra derrota (Barcelona). En la Liga, son colistas con sólo siete puntos en siete partidos, y la clasificación para la Liga de Campeones también se complica con la victoria del Lens sobre el Arsenal. El doble enfrentamiento contra los hombres de Mikel Arteta será clave.
El técnico Mendilibar no ha sido discutido, a pesar de su mala trayectoria. La sensación general en el club es que el equipo está mejorando y que los resultados llegarán de todos modos, muy lejos del colapso vivido hace un año. Se han relajado un poco, aunque a veces les han sorprendido las decisiones del entrenador, que no sabe lo que dice el terreno de juego. El partido en Eindhoven fue un equipo a dos velocidades. Les costó en la primera parte, pero al meter jugadores frescos y expulsar a jugadores sin ritmo (Suso y Fernando), se convirtieron en un equipo más punzante y peligroso. Es como si el entrenador se aferrara a la vieja guardia, pero es la sangre nueva la que puede compensar a un equipo con demasiados resortes en el césped.
El destino ha querido que los tres próximos partidos del Sevilla sean ante su afición. Casi nada. El Sánchez-Pizjuán meterá presión si sabe que lo necesita. Antes, el Rayo visita el Coliseum sevillista. Necesitan una victoria para marcar la pauta en la Liga. Tras el parón internacional, el Sevilla se enfrentará en unos días al Real Madrid y al Arsenal. Ambos ante su afición. Los partidos contra equipos de la capital son siempre fascinantes y tensos. Enfrentarse a los equipos ingleses entraña muchos riesgos. Para tener alguna posibilidad de pasar a octavos de final, deben ganar al menos uno de los dos partidos contra los Gunners. Y todo ello con el respaldo de la afición. Como otras temporadas, el Sevilla se aferra al Sánchez-Pizjuán.
