en la sala principal de la Casa de Teatro. 20.30 h.
El artista aparecerá después. Pero antes, en una especie de caja translúcida, empieza a llover.
Este es el espacio más íntimo del creador.
Allí hablará consigo mismo y con los demás a través de canciones y reflexiones. No faltarán temas: la amistad, el amor, el desamor, el sexo, la alegría y la soledad.
Antes de que el artista aparezca en esta caja milagrosa, llueve. De vez en cuando, caen rayos. Suena un violonchelo, suena un teclado y aparece el artista.
Un gran concierto, con un nuevo signo. Allí, los gráficos se convierten en protagonistas, al igual que las canciones.
‘Para quererte’, ‘A veces es mejor la soledad’, ‘Cuando tú no estás’, ‘Qué tiene de malo’ y ‘Por poco’ completan las cinco primeras canciones.
Cada una tiene su propia personalidad y diseño. Entre medias, entra el monólogo del cantautor.
Hay gente, Como un bolero (una de las canciones más exitosas) y Vive.
Cada una tiene su propia historia.
Canciones de otros actúa como bisagra. El espectáculo se divide en dos partes, con Serrat, Silvio, Solano, Pablo, Juan Luis… y pueden insertar canciones de amigos como. Y también pueden insertar imágenes memorables, como Víctor Víctor. Homenajes.
Antes de las 7, Ella solo dijo no (diseño inspirado en portadas de medios de comunicación), Despilfarro, Puedo, Una más.
Dónde estabas tú» y cerrando con «He sido». En los créditos también figuran Babeto y Mónica Despradel.
Un trabajo muy fino. Una producción que debería verse en otras ciudades y otros países.
Brillante uso de los recursos técnicos para interactuar con la música.
Una celebración del espíritu y el amor que significa la obra de José Antonio Rodríguez, figura imprescindible de la música dominicana».
