Santo Domingo.-Según fuentes de Anse a Pitre, pisotean y destruyen los productos de los haitianos que logran pasar.
En la víspera, haitianos que penetraron a territorio dominicano para comprar productos en el mercado fronterizo fueron detenidos por las autoridades comunitarias de Anse a Pitre cuando regresaban a su territorio, donde destruyeron y pisotearon toda su carga.
Una fuente dijo que estos haitianos suelen violar las normas de las autoridades haitianas y cruzan a Pedernales, pero son apresados y maltratados cuando regresan, entre ellos mujeres con ponchos sobre la cabeza, con ropa para vender y productos para subsistir.
El viernes se instaló tradicionalmente un mercado fronterizo, y algunos haitianos de la zona cafetalera de Pedernales y del sector agrícola de la costa sur, donde están Enriquillo y Paraíso, fueron vistos como de costumbre vendiendo sus productos, ropa de segunda mano y zapatos en el mercado municipal.
Dominicanos y haitianos se dividen entre el mercado municipal de Pedernales y la comunidad haitiana de Anse a Pitre, donde la demanda es baja y preocupa la escasez de alimentos.
Haitianos consultados entienden que no morirán de hambre, pero otros en connivencia con las autoridades aseguran que no cederán ante el cierre de fronteras, sobre todo en su propio territorio donde no se les permite abrir las puertas de salida.
En las últimas horas, para regresar a su país por este lado de la frontera, los extranjeros han tenido que cruzar un arroyo que divide ambos lados, crecido por las recientes lluvias en las zonas cafetaleras.
Mientras tanto, los centros biométricos que funcionan aquí siguen haciendo un seguimiento de los pocos extranjeros que regresan voluntariamente a su país.
Además, en un intento de cumplir con la deportación, las autoridades de la Dirección General de Inmigración, con el apoyo de los militares, siguen deteniendo a haitianos indocumentados. Los meten en furgonetas y los transportan al cuartel general de un batallón del ejército y luego los devuelven a Haití a través de las puertas de acceso.
Esta práctica ha sido criticada por los comerciantes dominicanos, que entienden que en muchos casos se trata de padres de familia procedentes de países vecinos, que venden sus productos o compran otros bienes para intentar introducirlos de contrabando en su territorio.
Además, a pesar del cierre de la frontera por soldados del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) y de las Fuerzas Armadas dominicanas, el estado de alerta no ha cambiado.
Mientras tanto, embarcaciones de la marina dominicana han sido avistadas con frecuencia dentro de las aguas territoriales caribeñas.
La disputa fronteriza con Haití se debe a la decisión unilateral haitiana de construir un canal en el río Masacre, que nace en nuestro territorio en la provincia fronteriza de Dajabón, y al deterioro de la situación de seguridad provocado por bandas armadas en ese territorio.