Jerusalén, 16 oct (EFE) – La organización islamista palestina Hamás, que controla la franja de Gaza, anunció este lunes que, a pesar de que las autoridades israelíes anunciaron ayer que habían reanudado los suministros parciales por décimo día consecutivo que no ha suministrado “ni un litro de agua potable” a Gaza.
Iyad al-Bozm, portavoz del Ministerio de Interior y Seguridad Nacional de Hamás, afirmó en un comunicado que la suspensión del suministro de agua potable “obligaría a la población de Gaza a beber agua contaminada”.
Predijo que esto provocaría una crisis sanitaria potencialmente mortal para los ciudadanos que viven en la Franja.
Este drama de sed afecta a 2,3 millones de habitantes de Gaza. La escasez de agua no se debe al cierre de la tubería ordenado por Israel hace hoy una semana, sino a la falta de combustible para la planta desalinizadora de Gaza, que transporta el agua a la población.
El agua corriente extraída del subsuelo es tan salada que prácticamente no se puede beber.
Unas 600.000 personas, la mitad de la población del norte, han acatado las órdenes de evacuación israelíes que afectaban a la zona y se han desplazado al sur, creando una enorme crisis humanitaria en las ciudades meridionales de Jan Yunis y Rafah, que no están preparadas para una emergencia de este tipo.
Las tensiones en Cisjordania han sido extremadamente altas desde que Hamás lanzara una ofensiva terrestre y aérea desde Gaza el 7 de octubre, matando al menos a 1.400 personas, la mayoría civiles EFE Noticias
