«Este lugar está lleno de casos que no salen en los medios. Todos los días mueren una o dos personas aquí, nos enteramos y encontramos a sus padres llorando afuera», dice María Reynoso, quien atiende el Hospital Hugo Mendoza desde hace un mes y ha atendido a un paciente.
El número de pacientes, especialmente niños, infectados por el virus del dengue sigue aumentando en el hospital infantil de Santo Domingo, con tasas de ocupación hospitalaria que se disparan y pacientes que llegan con síntomas positivos para nuevos ingresos y son tratados en urgencias durante días.
En el hospital Hugo Mendoza, donde las autoridades se han negado a dar información oficial, varios familiares de pacientes con dengue aseguran que fueron ingresados en urgencias a la espera de que se abriera una vacante en el área correspondiente.
‘Estamos llenos de casos que no salen en los medios. Todos los días mueren una o dos personas aquí y nos enteramos o encontramos a los padres llorando afuera, pero no hablan del tema’, confesó María Reynoso, quien tiene a su recién nacido en una incubadora desde hace un mes.
Según el detallado testimonio de Reynoso, durante el mes que el bebé estuvo en la incubadora, ella acudía al hospital dos veces al día y, aunque no tiene acceso a la sala, conoce a madres y familiares de niños que han recibido buenas noticias pero no se recuperaron y murieron sin ser denunciados.
He visto cómo tratan aquí a la prensa», dijo María mientras esperaba a que empezara el horario de visitas.
Liliana Ferrera estaba tratando a su nieta de nueve años por dengue en el Hospital Hugo Mendoza, donde su nieta había sido tratada durante tres días en la sala de urgencias pediátricas.
‘Mi nieta de nueve años está aquí con dengue, la mayoría de la gente de aquí tiene dengue, por eso está en urgencias desde el jueves y ayer la subieron’.
Sin embargo, todos los testimonios de familiares de pacientes fuera del hospital, que fueron entrevistados por periodistas del Listín Diario, reconocieron la calidad de la atención recibida.
Robert Reid.
El flujo de personas en el Hospital Pediátrico Robert Reid Cabral es intenso, con enfermos de todas partes del país que llegan para ser atendidos por síntomas como fiebre, dolor abdominal y náuseas.
Está saturado. La realidad es que no hay camas, todo está lleno y la gente está ingresada por dengue’, dijo Zobeida Adames, amiga de una mujer con un niño de seis años que lleva en el hospital desde el pasado viernes.
Hasta ayer por la mañana, el centro médico había ingresado a 72 niños con síndrome febril y sospecha de dengue y a 32 nuevos pacientes, todos con enfermedades delicadas, y ninguno había fallecido.