Pamplona, 19 Oct. (EUROPA PRESS) .-Investigadores del grupo de delitos informáticos de la Policía Foral han abierto diligencias contra una mujer de 45 años por la presunta difusión de un vídeo sexual de su expareja «con el objetivo de dañar su reputación».
Según la policía, esto constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos a través de las redes sociales. El procedimiento se inició después de que el ex marido y la actual pareja de la denunciada presentaran dos denuncias. En las dos denuncias se informaba de que cuando visitaban a la hija común en el domicilio de la denunciada, cogían el teléfono móvil de ésta y accedían a su contenido, ya que el móvil de la denunciada no tenía bloqueador de acceso.
Según la denuncia presentada, la investigada obtuvo varios vídeos de contenido sexual que afectaban al denunciante y los difundió entre los familiares de éste a través de WhatsApp, «con el fin de dañar la reputación del denunciante y perjudicar el desarrollo de la vida normal en el entorno familiar».
En el transcurso de la investigación, los investigadores revisaron la difusión denunciada del material y se incautaron del teléfono móvil del acusado y lo analizaron para determinar el alcance de la difusión de las imágenes a través de los distintos servicios de mensajería y redes sociales de ese dispositivo.
Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Estela, encargado del caso.
El ‘sexting’ sin consentimiento constituye un delito de descubrimiento o revelación de secretos tipificado en el artículo 197 del Código Penal. El acceso no autorizado a datos que vulneren la intimidad de otra persona se castiga con penas de prisión de uno a cuatro años, mientras que la difusión no autorizada de una imagen que comprometa la intimidad, aunque haya sido tomada con el consentimiento de la persona, se castiga con penas de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses.
En ambos casos, las penas se agravan si las comete el cónyuge o ex cónyuge del autor o una persona con análoga relación de afectividad.
Las autoridades policiales recomiendan hacer un uso «prudente» de las redes sociales y aconsejan valorar la conveniencia de compartir imágenes íntimas para evitar ser víctima de situaciones de peligro relacionadas con el sexting.
En las comunicaciones en las que se compartan contenidos explícitos, evitar mostrar imágenes de rostros o imágenes reconocibles de la persona en cuestión; proteger el dispositivo utilizado con bloqueos mínimos de acceso; recibir contenidos que afecten a la intimidad de terceros, ya que la redifusión de contenidos nocivos también puede ser constitutiva de delito. y recomienda no retransmitir dichos contenidos.
También se recomienda cesar la comunicación «en caso de situación ofensiva o peligrosa» y no responder en ningún caso a solicitudes molestas. En caso de difusión no autorizada de contenidos lesivos para la intimidad, se aconseja conservar todas las pruebas (registros de conversaciones, capturas de pantalla, etc.), denunciar los hechos a la Policía Foral e iniciar la correspondiente investigación.