Dan a las autoridades una semana de plazo para retirar los equipos y casetas con sistemas biométricos en funcionamiento, o serán retirados por la fuerza.
Dajabón – Tras una feroz lucha con miembros del Sesfront para utilizar el sistema biométrico en una de las puertas principales del mercado fronterizo de la provincia, que, al igual que Haití, se ha negado a hacerlo, los comerciantes marcharon a la oficina del gobernador de Dajabón para exigir que el gobierno sea más flexible en sus medidas fronterizas.
Gritando consignas, la marcha comenzó en lo que era el centro de comercio fronterizo hasta que se cerró la frontera y terminó en la plaza de la gobernación, donde se leyó un documento con sus reivindicaciones, que fue entregado a las autoridades.
Los comerciantes exigieron que se deje de utilizar el sistema biométrico para el registro de extranjeros, que se permita la entrada al país de personas con visado y que se otorgue una mayor indemnización a los afectados, que también forman parte de las demandas que los haitianos hicieron al presidente Luis Abinader para que se abra la frontera.
Dieron a las autoridades un plazo de una semana para retirar los equipos y cabinas con biométricos en funcionamiento, o los retirarían por la fuerza.
Una persona que habló sobre la situación, Wellington Payano, dijo que para volver a las condiciones normales en la frontera, el gobierno debe retirar una serie de medidas que ha tomado a raíz de la construcción de un canal en Juana Mendes para desviar el agua del río Masacre.
Ayuda del Gobierno
Como primera medida, las autoridades, a través del Ministro de Administración Presidencial, José Ignacio Paliza, el Ministro de Industria, Comercio y Mipimes, Ito Bisono, y la Oficial Superior de Programas, Gloria Reyes, emitieron un cheque por valor de 47,80 millones de pesetas, reforzado con otros 3 millones y una fianza por importe indeterminado.
Sin embargo, los pequeños y medianos comerciantes se quejan de que la ayuda no les llega y está controlada por el poderoso sector comercial local.
Durante las protestas del lunes, que incluyeron la incautación y quema de mercancías por parte de las autoridades de Juana Mendes, los comerciantes de Dajabón instalaron casetas y equipos de un sistema de identificación biométrica instalado por el Gobierno y operado por el DNI en el centro del mercado donde se construyó el nuevo puente bilateral entre Haití y la República Dominicana. Amenazaron con destruirlas.