Madrid, 10/5. (Europa Press) –
Según un nuevo estudio dirigido por Nabeel Yaseen de la Universidad Northwestern (EE.UU.), ciertas mutaciones en genes implicados en el metabolismo de los lípidos y la función cerebral pueden estar asociadas con la selección vegetariana.
Un pequeño porcentaje de la población elige una dieta vegetariana por una variedad de razones religiosas, éticas, ambientales y relacionadas con la salud, pero las elecciones dietéticas también pueden tener algo que ver con una combinación de preferencias personales, su metabolismo y los efectos de diferentes alimentos en el cuerpo. Todos estos factores están fuertemente influenciados por la genética, pero el papel de los genes de una persona en la elección de una dieta vegetariana no se comprende bien.
En el nuevo estudio, los investigadores realizaron estudios de asociación de todo el genoma que analizaron miles de genomas para identificar variaciones genéticas asociadas con ser vegetariano.
Los investigadores compararon los genomas de 5.324 vegetarianos estrictos con los genomas de 329.455 no vegetarianos que participan en el Biobanco del Reino Unido, una gran base de datos biomédica.
Identificaron variantes asociadas con 34 genes que pueden contribuir a la elección de una dieta vegetariana. Algunos de estos genes juegan un papel importante en el metabolismo de los lípidos y la función cerebral, y las diferencias en la forma en que el cuerpo procesa los lípidos y sus efectos en el cerebro aumentan la probabilidad de que subyacen a la capacidad y la elección de una dieta vegetariana para sobrevivir.
Estos resultados se suman a los estudios existentes que apuntan al papel de la genética en la elección de la dieta. Sin embargo, los investigadores señalan que es necesario seguir investigando las posibles diferencias en la síntesis y el metabolismo de lípidos entre vegetarianos y no vegetarianos, así como otras vías fisiológicas que pueden subyacer al vegetarianismo.
Los investigadores enfatizan que una mejor comprensión de estas vías podría ayudar a los nutricionistas a diseñar recomendaciones dietéticas más efectivas basadas en la genética individual de cada persona.
“Nuestros datos muestran que la adherencia a una dieta vegetariana estricta está influenciada por la genética”, enfatizan. A través de estudios de asociación de todo el genoma, identificamos 34 genes con posibles funciones del vegetarianismo.”‘.