La objetividad no debe ser lo primero que se pierda ante los acontecimientos bélicos. Tener la claridad para ver los hechos tal como son no es una visión compartida por quienes evalúan o califican el terrorismo.
Los excesos de la guerra no se valoran objetivamente porque cada persona los registra según su propia apreciación, basándose en su propio punto de vista, y emite juicios de valor sesgados y parciales.
El terrorismo es terrorismo.
El asesinato de civiles inocentes es, en efecto, el asesinato de civiles, tanto si el autor es Hamás como si es Israel.
Hamás no debe invadir Israel. Es un grave error táctico e incluso demuestra la incompetencia de los servicios de inteligencia del Mossad. Debería haberse respetado el derecho internacional humanitario.
Hamás ha cometido actos criminales tras el asesinato y secuestro de civiles en un ataque terrorista sorpresa el sábado 7 de octubre.
Esta acción es el resultado del control y la opresión que Israel ejerce desde hace tiempo sobre la población de Gaza.
Esta invasión con cohetes, que ha causado numerosas víctimas, y la infiltración de operativos de Hamás, es un acto de terrorismo que ha ido demasiado lejos.
Deberían haber sido combatidos por el ejército y los militares. No abusar de los civiles. No secuestrar a civiles. No puedo entender por qué tantos partidarios de Palestina no pueden expresar su condena de este nivel de conducta. Yo argumentaría. El terrorismo es terrorismo, independientemente de quién lo lleve a cabo.
La guerra es una locura.
Cuando se propugna un sentido de coexistencia entre posiciones extremas, no debería ser el primero en desaparecer.
Las duras condiciones impuestas por Israel como arma de guerra -cortar el agua, la electricidad y los alimentos y dar a esta población un plazo para trasladarse al sur de Gaza sin las condiciones necesarias (corredores de salida, logística de transporte, etc.)- es terrorismo y una violación del derecho internacional humanitario.
Colocar a la población palestina de Gaza en un estado de restricción de movimientos y libertad de trabajo es una actitud que viola los derechos de esta población. Es una forma de terrorismo que lleva años produciéndose.
Israel está preparando una «operación de tierra quemada», eliminando a todas las personas de Gaza basándose en que son militantes de Hamás.
