«, la producción discográfica que acabamos de iniciar en periodismo es nieto de La Mazurca (apodada la madre de Cuco Valoy), con su padre, quien a los 14 años ya había insinuado su maestría como pianista y productor, y unos años después el productor musical más prolífico. Es un parteaguas entre el compositor y su padre, quien se convertiría en uno de los directores de orquesta.
«Te compro tu novia» es el decimosexto álbum original.
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En la voz de Alexis Palacios, la canción en la que el escritor fue bautizado como una propuesta vulgar (una analogía con la película del mismo nombre, protagonizada por Robert Redford, Demi Moore y Woody Harrelson, fue publicada recientemente en las carteleras de todos los cines nacionales), con el apoyo de los musicalistas que adoptaron este apodo, rápidamente tuvo éxito. Lo fue.
Te compraré a tu novia (coro)
No voy a regatear el precio, por favor dígame el valor pronto
Lo compraré por ti (coro)
No creo que sea caro
incluso si cuesta un millón
Bueno, me estás diciendo que ella es hermosa y apasionada.
Y ella es buena y rica
Nunca tengas celos de nada
Y él sabe cómo hacer todo en la casa
Cadencioso, un merengue bien interpretado con un arreglo atemporal que ha alcanzado relevancia en la actualidad, manteniéndose tres décadas después.
La canción America without Complaint, que da inicio al álbum, es una repetición de los problemas que aquejan a América Latina desde la creación de la primera ciudad hasta la actualidad, un discurso irónico que expone lo contrario de la triste realidad que vive Ramón Orlando en este lado del mundo.
Y no hay quejas, no hay buenos hospitales
sí, sí (coro)
Medicamentos gratuitos para «el Mundo»
Para que nadie muera de miedo (coro).
Y no hay quejas, no hay mafia
sí, sí (coro)
No hay analfabetismo en absoluto
Para estudiar el ‘ mundo nadie es bruto (coro).
Y sin quejas, sin mal gobierno
Sí, sí (coro)
Libertad y Soberanía de América
Hacemos lo que queremos (coro)
Mierda americana. Mierda americana. (Coro).
Esto fue lo que vi, un merengue que encaja en la repetición del discurso, pero con una realidad más cruda, un retrato social de los 90 entrelazado con nosotros el mismo problema de saecula saeculorum.
Los políticos lo prometen cuando lleguen las elecciones
Na Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy
Cuando llega al poder, el apagón termina
Na Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy Corduroy
Otro promete lo mismo, y hay basura junto a la pila
Na Corduroy, Corduroy, esto fue lo que vi (coro)
En canciones sin tanto «Por él», «Mamá»,» Que venga » y «Tonto corazón» interpretadas por Ramón Orlando, el director sigue apostando por el bolero y las baladas, y es uno de los pocos merengues en lograr un crossover largamente esperado en ambos ritmos.