Washington y Nueva York. El martes estalló en Washington una batalla en torno a la política estadounidense de apoyo incondicional a Israel en su guerra de Gaza, cuando decenas de miles de personas se unieron a una marcha para justificar la guerra de Israel, y cientos de altos funcionarios de la administración de Joe Biden se sumaron a un coro mundial que condena la política oficial y pide un alto el fuego. La guerra ha sido una de las principales fuentes de tensión entre ambos países.
En el parque central de la capital, conocido como National Mall, manifestantes ataviados con banderas israelíes y estadounidenses ofrecieron oraciones en hebreo y corearon cánticos contra el alto el fuego mientras escuchaban un desfile de oradores, entre ellos rabinos, familiares de rehenes secuestrados por Hamás, líderes legislativos de ambos partidos políticos y sionistas cristianos de extrema derecha. En apoyo de la política oficial de Biden, una pancarta que portaban miles de personas en esta manifestación rezaba «Estamos con Israel»,
Fuera de la marcha, sin embargo, sigue creciendo la oposición a la política oficial y la preocupación de que el apoyo de Estados Unidos a Israel esté justificado por la desinformación y de que Washington apoye en realidad los crímenes de guerra israelíes.
El New York Times informó de que más de 500 funcionarios federales de 40 agencias diferentes de la burocracia ejecutiva enviaron el martes una carta directamente al presidente Biden protestando por el apoyo israelí a la guerra de Gaza. Esto fue precedido por la publicación de otra carta de protesta firmada por 1.000 funcionarios de USAID, y por los canales internos de oposición del Departamento de Estado circularon tres comunicaciones separadas oponiéndose a la política oficial.
Pedimos al presidente Biden que solicite urgentemente un alto el fuego y lleve el conflicto actual a una desescalada garantizando la liberación inmediata de los rehenes israelíes y de los palestinos detenidos arbitrariamente, el restablecimiento del suministro de agua, combustible, electricidad y otros servicios básicos, y el transporte de ayuda humanitaria adecuada a Gaza.
El Secretario de Estado, Antony Blinken, reconoció que existen protestas de este tipo dentro de la burocracia, y afirmó que se había reunido con algunos de los rebeldes y que tales expresiones son bienvenidas. Sin embargo, tanto Blinken como su portavoz han reiterado que es el Presidente quien establece la política oficial. Tal vez por eso el martes una carta del propio personal del Presidente iba dirigida directamente al Presidente Biden. Por ahora, el Presidente Biden quiere seguir escuchando a los manifestantes de Washington y no a la mayoría de la opinión pública o a la oposición de su administración.
