San Francisco, EEUU, 15 nov (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Joe Biden, sonrió hoy a la llegada del presidente chino, Xi Jinping, a la entrada de su residencia de Filoli, a unos 50 km de San Francisco. Esperó con una sonrisa.
Xi bajó de su coche y caminó hacia su anfitrión, que le tendió la mano, y ambos esperaron el tiempo suficiente para hacerse una fotografía. A continuación, los dos representantes intercambiaron saludos en la sala común.
Así, en un ambiente aparentemente distendido, comenzó el esperado encuentro entre los líderes de las dos potencias mundiales.
De entrada, el líder estadounidense reconoció que no siempre hemos estado de acuerdo, lo que no sorprende a nadie, pero que nuestras conversaciones siempre han sido francas, directas e informativas.
Xi también sugirió que EE.UU. y China deben superar sus diferencias.
Por su parte, Xi recalcó a Biden que la Tierra es lo suficientemente grande para que ambos países avancen y que, al igual que sus anfitriones, Washington y Pekín deben ser plenamente capaces de superar sus diferencias.
Los dos líderes se reunieron por última vez hace un año en la cumbre del G20 celebrada en Bali (Indonesia).
Para no pocos observadores, el hecho de que se celebre la reunión es una señal positiva para los asesores de la Casa Blanca tras meses de intensas fricciones.
Con los conflictos en cascada en Oriente Medio y el estallido de la guerra en Ucrania, Biden quiere evitar que estalle otra crisis mundial durante su mandato, informó la prensa local.
A punto de trasladarse a San Francisco, Biden declaró a los periodistas que, a pesar de las profundas diferencias en una serie de asuntos, esperaba seguir un camino normal.
Según el líder del DPP, si hay una crisis, es bueno poder descolgar el teléfono y hablar entre nosotros. Lo que intentamos es mejorar las relaciones para que las fuerzas armadas de ambos países puedan mantenerse en contacto”.
Xi se encontraba en San Francisco invitado por Biden con motivo de la Conferencia de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), que se clausura el viernes.
Crear un futuro fuerte y sostenible para todos” es el lema del mecanismo, que reúne en la ciudad californiana a más de 1.000 participantes, entre ellos líderes de las 21 economías que lo integran, fundado en 1989.
