Más que una mediación en la crisis de la reubicación del río Masacre, el primer ministro haitiano Ariel Henry intenta presionar a la República Dominicana para que condone las obras.
Apoyándose en políticos británicos, Henry es un hombre que ha boicoteado repetidamente el diálogo con las autoridades dominicanas en busca de una solución a la crisis del canal.
También se ha negado a que su pueblo participe libremente en el mercado bilateral y ha retenido comisiones de organizaciones internacionales.
Dado el papel de víctima del Gobierno haitiano ante la comunidad internacional, es evidente que busca una solución al conflicto del canal del río Masacre que convenga a sus propios intereses.
Hay que recordar que el Presidente lo acusó inicialmente de responder a intereses privados y de haberse iniciado sin autorización oficial.
Tolerancia con Haití: más diplomacia.
Si Blair va a intervenir en este conflicto, no puede escuchar sólo a la parte haitiana.
También sería importante visitar ambos países para ver la verdadera realidad de la crisis que ha provocado Haití.