La enseñanza de la Constitución en las aulas de las instituciones educativas públicas y privadas comenzó con la Enmienda Constitucional de 2010. El artículo 63 de la Constitución establece que «toda persona tiene derecho a una educación integral, permanente y de calidad, en igualdad de condiciones y oportunidades y sin limitaciones por razón de su aptitud, ocupación y aspiraciones». El apartado 13 del artículo 63 añade que la educación sobre la Constitución, los derechos y garantías fundamentales, el patriotismo y el principio de convivencia pacífica es obligatoria en todos los centros de enseñanza públicos y privados para que los ciudadanos conozcan sus derechos y obligaciones.
Se trata de una petición voluntaria de la Carta Magna ante la obligatoriedad derivada del artículo 6 de la Constitución, que establece que «todas las personas e instituciones que ejerzan funciones públicas estarán sujetas a la Constitución, que es norma suprema del Estado y fundamento del ordenamiento jurídico».
El Consejo Nacional de la Magistratura y la ampliación de la convocatoria pública de candidaturas
En 2021, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) y el Tribunal Constitucional firmaron un acuerdo de cooperación, uno de cuyos compromisos es fortalecer los derechos y deberes de los futuros profesionales, los fundamentos del orden constitucional dominicano, la formación social y cívica, los valores patrios y el conocimiento de la convivencia pacífica en sociedad. En virtud del acuerdo, se procuró garantizar el cumplimiento de las obligaciones constitucionales en materia de educación constitucional.
La educación constitucional en las instituciones de educación superior fue aprobada por unanimidad mediante Resolución No 19-2023 del Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (CONESCYT) del MESCYT el 27 de julio de 2023.
La inclusión de la educación constitucional en los planes de estudio no significa la pérdida del sentido transversal del contenido de la Carta Magna. Esto es así porque tanto los contenidos transversales (como la inclusión de la Constitución) son importantes y se complementan para garantizar una alfabetización constitucional sustancial y efectiva en las universidades.
Como objetivo central de la educación para la ciudadanía, la comprensión de la lógica del contenido constitucional como parte orgánica y sustantiva de la Constitución es una tarea constante y de gran responsabilidad social. Debido a la falta de comprensión de su importancia, la educación constitucional se ha caracterizado por la memorización. Ya sea el artículo 39 sobre la igualdad de derechos o el 124 sobre las elecciones presidenciales, la repetición de artículos es una tarea cotidiana. Pero, ¿qué significan para la democracia el derecho a una educación de calidad para el pueblo o las elecciones presidenciales? ¿Cuáles son los fundamentos de la Constitución? ¿En qué principios se basan las normas supremas?
Milton Rey Guevara, Presidente del Tribunal Constitucional, Myra Cabral Blair, Directora del Centro de Estudios Constitucionales, y Franklin García Fermín, Ministro del MESCYT, por su apoyo para que la educación constitucional sea una realidad en las instituciones de educación superior.
Es necesario desterrar la inveterada práctica de presentar el contenido de la Constitución como una norma autónoma, autosuficiente y autorreferencial, y no como parte de un sistema del que cada elemento forma parte de un todo. Si una parte de esta unidad no funciona y se ignoran las demás, las ruedas de la Constitución no girarán en armonía. En palabras del constitucionalista argentino Roberto Gargarella, la sala de máquinas de la constitución debe funcionar. La enseñanza de las constituciones requiere una pedagogía especial, que debe seguir un camino centrado en la repetición y la memoria de las normas. Las constituciones deben enseñarse en un espacio en el que las personas y su comprensión de las mismas se transformen en libertad, en un espacio en el que realmente aprendan en lugar de parecer que lo hacen. La alfabetización constitucional es el objetivo que debemos alcanzar para que las personas sean conscientes de su papel como ciudadanos.