Durante más de 60 años llenó de acordes todos los espacios de la Catedral Metropolitana como cantor y organista. Llegó a ser el organista más famoso de la Iglesia dominicana en vida.
Así lo aseguran críticos e historiadores del arte y la triste noticia del Listín Diario de que falleció tras una corta pero grave enfermedad.
Este maestro de Capilla fue un compositor inagotable y su música era tan popular que se escuchaba en iglesias, parques, bailes y funerales.
José María Arredondo compuso misas, corales, motetes, villancicos, zarzuelas, valses, danzas e himnos.
Además de músico, fue un valiente patriota y luchó fervientemente contra la ocupación estadounidense de 1916.
Dirigió la Banda Militar de Santo Domingo, que interpretó sus canciones, composiciones, gracia y estrenos en casi todos los teatros e instituciones culturales.
El único homenaje que recibió fue ser enterrado en la catedral donde pasó su vida. Sus restos descansan en la Capilla de Santa Ana o en la Capilla de Bastidas.
Su popularidad y sus logros han caído en el olvido. Una calle fue elegida y bautizada con su nombre, pero este homenaje no se ha hecho realidad.
Familia del artista
José María nació el 24 de septiembre de 1840 en el seno de una familia de músicos de Santo Domingo. Su padre, Emeterio Arredondo, era flautista en la orquesta de la Catedral, y su madre, Julieta Alfonseca, era una reputada arpista. Era sobrino del clarinetista Juan Bautista Alfonseca, del tenor Isaías Arredondo, del segundo tenor Silvano Arredondo y del tiple Mariano Arredondo.
Sin embargo, no tuvo maestro de composición y su padre se encargó de su educación musical. Sus obras más importantes fueron composiciones religiosas. Primera misa de Quotidiano, Misa de aguinaldo, Misa Basiliqueña, Misa del Espíritu Santo, que se estrenó en la Iglesia de Regina. Espíritu Santo) y otras 135 misas.
El purgatorio de un músico y El cambalache se estrenaron en el teatro La Repúblicana, y en el teatro de la Sociedad Amantes de las Letras, Amores de, compuesta por Federico Henríquez y Carvajal y M. Rodríguez Montaño. Se representaron dos zagales. Otra zarzuela famosa es Las mascaritas.
Obras famosas son El aliento de mis labios, La ametralladora y El cocotazo. Entre las obras patrióticas figuran Mercaderes de la Patria, Los Judas criollos, Mucha plata, mucha lata y ninguna paz y Un año más de pesares.
También es el letrista del Himno a Colón, escrito por José Joaquín Pérez, y de La Liberta, escrita por Ignacio Guerra Jr.
Arístides Inchaustegui afirma en Por amor al arte que el mismo día en que se cantó por primera vez el himno nacional, la canción patriótica de Arredondo, con letra de Josefa Perdomo, fue estrenada y cantada por el propio compositor el 27 de febrero de 1896.
Desgraciadamente, añade, no se conserva ninguna partitura de su canción.
José María Arredondo Alfonseca se casó con Carmen Miura, y tuvieron cuatro hijos – María Nicolasa de los Dolores Julia, Emeterio Ricardo Clodomiro, Betilio, Temistocles Alberto Medardo, Ana Antonia Mercedes Adelia, Julia María Oceria, y la madre de María.
Era miembro de varias organizaciones benéficas y un devoto católico. Tras su muerte, el periódico Listín Diario anunció el 14 de abril de 1924 que su cuerpo sería velado en una de las naves de la basílica.
Calle.
El mismo día en que el Ayuntamiento del Distrito Nacional designó una calle a nombre de Enrique Mejía Arredondo, también designó una calle a nombre de José María, quien era prácticamente su padre. Esto se debió, para el ayuntamiento, a que provenía de una familia de destacados músicos, y José María Arredondo era considerado uno de los más destacados organistas y un legendario cantante de música sacra. Y añadió: «No soy un cantante, soy un cantor. A este frágil cantor, gloria de nuestro pueblo, hay que rescatarlo del olvido e inscribir su nombre para que una de nuestras calles lleve su nombre».
El 27 de julio de 1977 designó la antigua calle 11, paralela a la calle Héctor García Godoy, como calle Arroyo Hondo Primero.
Ninguna otra calle de la capital honra a este eminente artista.