Vestido con traje oscuro y corbata, Millay pronunció un discurso unipersonal en el escenario ante un búnker de campaña abarrotado de simpatizantes que gritaban «peruca presidente» (por su pelo) y «libertad, libertad».
El presidente electo, Javier Millay, en su primer discurso tras las elecciones, que ganó el pasado domingo con el 55,69% de los votos y el 99,28% de la participación, vaticinó que hoy se acababa la decadencia en Argentina y advirtió de que no había vuelta atrás.
Basta del modelo de empobrecimiento de castas, hoy volveremos a abrazar la idea de libertad para convertirnos en una potencia mundial, prometió el líder de La Libertad Avanza (extrema derecha), que derrotó al oficialista Sergio Massa (44,30%) en la segunda vuelta presidencial.
Vestido con traje oscuro y corbata, Millay pronunció un discurso unipersonal en el escenario, frente a un búnker de campaña repleto de simpatizantes que gritaban «peruca presidente» (por su pelo) y «libertad, libertad». En el escenario, Millay fue presentado y abrazó a su inseparable hermana, Karina Millay.
El economista ultraliberal señaló que, con su ayuda, Argentina retomaría un camino que el Estado no debe abandonar por el omnipresente modelo de empobrecimiento, en el que sólo unos pocos se benefician del botín repartido entre los políticos y sus amigos.
Hoy volvemos a abrazar la idea de libertad. Citando a los padres fundadores, se refirió a tres premisas: un gobierno comprometido, la propiedad privada y el libre comercio.
A continuación, advirtió al mundo que se comprometiera con la democracia, el libre comercio y la paz, y que se uniera a todas las naciones del mundo libre.
Sucesión.
El Presidente electo señaló que el Gobierno de Alberto Fernández había dejado una economía destruida, un camino hacia la hiperinflación, problemas en el mercado de divisas, precios relativos y endeudamiento.
Estamos decididos a sanear la balanza de pagos y a resolver los problemas del Banco Central. Este no es un trabajo para tibios, cobardes o corruptos», subrayó.
También pidió a su oponente y actual ministro de Economía, Sergio Massa, que se haga cargo de sus funciones hasta el 10 de diciembre, ya que el periodo de transición comienza mañana lunes.
Millay definió como tremendos los problemas que afronta Argentina y lamentó que la sociedad haya sido desatendida por la clase política en las últimas décadas.
El Presidente electo también advirtió a los argentinos de que los cambios que necesita el país son drásticos.
No se tolerará el gradualismo, la tibieza ni las medias tintas. Si Argentina no avanza rápidamente en las reformas estructurales que necesita, nos veremos abocados a la peor crisis de su historia.
Sin embargo, a diferencia de lo que declaró en campaña, esta noche Millay no mencionó sus propuestas de dolarización, destrucción del Banco Central o motosierra del gasto público.
Bienvenida y resistencia
Javier Millay, líder de Fuerzas Nuevas, invitó esta noche a dirigentes políticos de otras regiones que quieran sumarse al cambio que Argentina necesita, sin importar sus antecedentes y diferencias. Son bienvenidos, les aseguró.
Sin embargo, reconoció que hay quienes se resisten porque quieren mantener el sistema de privilegios.
Porque en esta nueva Argentina no hay lugar para los violentos, para los que violan la ley, para los que usan la fuerza para mantener sus privilegios.
Millay agradeció el gesto patriótico y la generosidad del ex presidente Mauricio Macri (2015-2019) y de la ex candidata presidencial Patricia Bullrich, de su partido Juntos por el Cambio. Ambos líderes apoyaron desinteresadamente a los Libertarios en esta segunda vuelta para derrotar al partido gobernante.
La fiscalía del partido Propuesta Republicana (Pro), al que pertenecen Macri y Bulicic, ayudó a defender el voto de Juntos por el Cambio, y muchos de sus dirigentes estuvieron presentes en el discurso de Millet en el búnker de la victoria.